Fallece Akira Toriyama a los 68 años. La astronomía nos dice si sería posible el viaje a los planetas de Dragon Ball

Analizamos si serían posibles los viajes a los mundos fantásticos que creó en sus mangas, usando astronomía y matemáticas.

Akira Toriyama y su obra maestra Dragon Ball. Imagen: Wiki Fandom

En la tarde de ayer, 7 de marzo de 2024 el mundo se enteró del fallecimiento del dibujante y animador japones Akira Toriyama a los 68 años de edad, luego de que su Estudio “Bird Studio”, hiciera pública en su cuenta los pormenores acaecidos el 1 de marzo.

De acuerdo con el comunicado fue debido a un hematoma subdural agudo, padecimiento que se caracteriza por la acumulación de sangre en la superficie del cerebro, lo que ocasiona: problemas de equilibrio, dolores de cabeza, náuseas, vómito y problemas de visión.

Akira Toriyama era conocido por diversos mangas (una especie de cómics en Japón), entre los que destacan Dr. Slump, las aventuras de un científico que crea una niña robot llamada Aralé y Dragon Ball, su obra maestra y que después de 40 años sigue vigente en televisión, cines y plataformas de streaming.

Sin duda alguna, las aventuras de sus personajes marcaron a varias generaciones, sobre todo por la parte de tecnología que incluía en sus libros como los viajes interestelares que nos hacían soñar a los niños de aquel entonces con viajes a otros mundos, por lo que, a manera de homenaje, hablemos de astronomía y exoplanetas en estos mundos increíbles que el sensei Toriyama nos legó.

Exoplanetas y tecnología actual

En astronomía se ha puesto de moda desde hace relativamente poco tiempo, el estudio y búsqueda de planetas que puedan albergar vida, planetas que forman parte de otros sistemas, alrededor de otras estrellas, aquí, en MeteoRed a menudo hemos hablado de tal o cual planeta que acaba de ser descubierto o confirmado por el Telescopio Espacial James Webb.

Un exoplaneta sigue la misma definición establecida por la Unión Astronómica Internacional para un planeta, donde tiene que cumplir básicamente tres condiciones que enumeramos a continuación:

  1. Orbitar alrededor de una estrella. Para nuestro caso, el Sol.
  2. Tener una forma redonda. Es decir que tenga masa suficiente y
  3. Ser el objeto principal en dicha órbita. Es decir que si tiene satélites estos giren alrededor del planeta y no al revés.

Este último punto fue el problema con Plutón por aquel lejano 2006 cuando perdió la categoría, pues éste y su luna, Caronte, giran alrededor de un punto llamado baricentro y ninguno de los dos es el objeto principal en la órbita, la cual por cierto tiene una inclinación de más de 17 grados con respecto a los demás planetas.

Y si bien la tecnología, después de más de 50 años de iniciada la búsqueda de exoplanetas, ha avanzado exponencialmente en las últimas dos décadas, todavía falta mucho camino por andar para poder viajar hasta algún potencial candidato que pueda albergar vida como lo son el planeta Vegeta o el planeta Namek que aparecen en el anime Dragon Ball.

¿Sería posible el viaje a estos planetas?

Debemos empezar por aclarar que el viaje interplanetario, si bien es posible desde los años 70 del siglo pasado, es muy complicado y lleva mucho tiempo y esfuerzo el poder alcanzar incluso uno de los planetas más cercanos que tenemos. Para viajar a Marte, hay que esperar períodos de dos años, además de que el viaje dura más de seis meses, sólo de ida.

Ya ni hablar del viaje interestelar, es decir, ir a un planeta en otro sistema planetario. Por ejemplo, para ir a la estrella más cercana al Sol, Próxima Centauri que se encuentra a 4.2 años luz, utilizando la nave más rápida creada por la humanidad, la Parker Solar Probe que actualmente tiene una velocidad de 692,000 km/hr, tardaríamos más de 6,600 años.

Imagen artística de la Solar Parker Probe. Crédito: NASA

Dicho lo anterior, procedamos a hacer algunos cálculos para saber a qué distancia se encuentran este par de planetas y a que velocidad viajan las naves que imaginó Toriyama. Para lo cual es necesario sumergirse en los mangas en la parte donde están los datos de viaje.

Si bien al principio Bulma, una chica con una mente increíble y creadora de muchos artículos tecnológicos, les dice que para ir al planeta Namekusei se tardarían más de 4,439 años viajando con la nave más rápida con la que cuentan por lo que tiene que construir una que sólo se tarde casi un mes (34 días) para llegar.

Un poco de matemáticas

Lo primero es calcular la distancia al planeta Namek, el planeta natal de Kamisama, creador de las esferas del Dragón. Para esto, tomamos en cuenta el tiempo que les lleva alcanzar la órbita de Júpiter que es de algunos segundos, 50 según el dato.

Y tomando en cuenta que la distancia media entre la órbita de la Tierra y la de Júpiter es de 629 millones de kilómetros, la velocidad debe ser de un poco más de 12.5 millones de kilómetros por segundo, casi 42 veces la velocidad de la luz, algo que en la vida real es imposible de hacer.

Planeta Namek. Crédito: Wiki Fandom

Siguiendo con las cuentas, el viaje les lleva 34 días, es decir que, a esa gran velocidad, multiplicada por 34 días (convertidos a segundos), se obtiene una distancia de casi 37 billones de kilómetros o unos 3.9 años luz. Esto significa que el planeta estaría incluso más cerca que Próxima Centauri.

Finalmente, para encontrar la distancia al planeta natal de Goku, Vegeta, podemos utilizar el dato de que las naves de los saiyajins (la raza de Goku) son 5.6 veces más rápidas que las del cálculo anterior, por lo tanto, su velocidad es de 70 millones de km/s.

Planeta Vegeta

Si Goku fue enviado a la Tierra para salvarlo (Superman, ¿eres tú?) y le tomó un día llegar, entonces multiplicando esta última velocidad por el tiempo (un día en segundos son 86,400), dicho planeta se encontraría a 6 billones de kilómetros, unos 0.6 años luz ¡A la vuelta de la esquina del barrio estelar!

Claramente las velocidades que se encuentran son imposibles de alcanzar según la Teoría de la Relatividad Especial y las distancias a los planetas son menores del más cercano que conocemos que es Próxima Centauri b.

No obstante lo anterior, Akira Toriyama nos motivó a muchas generaciones a dedicar nuestra vida a la ciencia y a, ¿por qué no? Descubrir la forma de llegar a algún exoplaneta (real) ya conocido. Descanse en Paz Akira Toriyama (1955-2024).