Los tres países con más lenguas indígenas en Latinoamérica: Brasil, México y Colombia

La pérdida de un dialecto, idioma o lengua indígena, puede ser tan grave como la extinción de una planta o de un animal en el mundo.

Uno de cada cinco pueblos indígenas ha perdido su lengua materna en las últimas décadas.
Uno de cada cinco pueblos indígenas ha perdido su lengua materna en las últimas décadas.

Te habías preguntado ¿cuántas lenguas indígenas se hablan en la actualidad en Latinoamérica? según un documento realizado a petición de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, reconoció que no se cuenta actualmente con cifras consensuadas sobre el número de lenguas indígenas en el continente americano ni sobre el número de sus hablantes.

Sin embargo, este mismo organismo hace un recuento de 8 mil 324 idiomas (hablados o de señas) de estos alrededor de 6 mil 700 son lenguas indígenas. En Latinoamérica hay muchas otras lenguas originarias, que aunque cuentan con pocos hablantes, se niegan a desaparecer.

Según el Banco Mundial, en la región existen 560 lenguas indígenas. Los cinco países con mayor número de lenguas son: Brasil con 186, México 67, Colombia 65, Perú 47 y Venezuela 37.

De acuerdo su información, uno de cada cinco pueblos indígenas ha perdido su lengua materna en las últimas décadas. Por ejemplo, en las islas del Caribe casi todas han desaparecido.

México es el país con más población autóctona, aunque Brasil lo supera en cuanto a la diversidad de lenguas originarias.
México es el país con más población autóctona, aunque Brasil lo supera en cuanto a la diversidad de lenguas originarias.

En su publicación sobre el tema, el Banco Mundial detalló que más de 42 millones de personas de origen indígena residen en Latinoamérica, lo que equivale a un 8 por ciento de la población aborigen en todo el mundo.

Dentro de la región de las Américas, México es el país con más población autóctona, aunque Brasil lo supera en cuanto a la diversidad de lenguas originarias. Y es que un total de 186 idiomas nativos conviven actualmente en el territorio brasileño. En cuanto a México, este se clasifica en el segundo lugar de los países latinoamericanos, con alrededor de 67, seguido muy de cerca por Colombia, con 65.

Pero te habías preguntado ¿qué es la lengua?

La lengua es un componente básico de los derechos humanos, se lee en documentos de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales, y es esencial para hacer realidad el desarrollo de los pueblos, de las sociedades.

Cuba, República Dominicana, Uruguay y El Salvador son los países con menor cantidad de hablantes de lenguas indígenas.

Las únicas lenguas que superan el millón de hablantes son el quechua, hablado en los países andinos; guaraní, hablada en Paraguay y sus países limítrofes; náhuatl, hablada en México y Centro América, aymara, hablada en Bolivia y países limítrofes; cakchiquel, kekchí, quiché y maya-yucateco, habladas en Mesoamérica.

Estas lenguas suelen presentar una fuerte variación y dispersión geográfica, razón por la cual algunas son llamadas familia de lenguas y, a veces, macrolenguas, según explica el documento elaborado para la Organización de Estados Iberoamericanos.

El 21 de febrero de cada año se conmemora el Día Internacional de la Lengua Materna. Si bien el español es el idioma oficial de la mayoría de los países latinoamericanos, esta región alberga una de las más grandes y variadas comunidades indígenas del mundo.

A decir del propio Banco Mundial, los idiomas son una fuente de ideas y sabiduría cultural, por lo que su pérdida también hace que desaparezcan formas de entender el mundo.

Las palabras de las lenguas indígenas pueden tener significados culturales que se pueden perder en las traducciones y entender estas sutiles diferencias puede cambiar la opinión de una persona sobre la manera en la que las poblaciones indígenas comprendían el mundo.

Las lenguas indígenas en particular contienen muchos conocimientos sobre el ecosistema, los métodos de conversación, la vida de las plantas, los comportamientos de los animales y muchos otros aspectos del entorno natural.

La pérdida de un idioma puede ser tan grave como la extinción de una planta o de un animal. Una vez que una lengua ya no existe, los conocimientos que contiene también se pierden para la sociedad.