Más de 122 millones de personas se ven obligadas a dejar su hogar por guerras, crisis políticas y el cambio climático

Cada vez, un número mayor de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares, esto por distintos tipos de crisis en las que resaltan conflictos bélicos, corrupción política, cambio climático y sobre explotación de recursos naturales.

Desplazados
En los últimos años, es el sector político después de las guerras, un factor identificable en la afectación del hábitat de diferentes especies, ya sea la flora, fauna o humanidad.

El Programa de Asentamientos Humanos de las Naciones Unidas, destaca que más de mil millones de personas viven en condiciones precarias: uno de cada ocho habita en asentamientos informales, y más de 300 millones carecen de vivienda. Los sistemas esenciales como la salud, el agua y el transporte están colapsados y volviéndose vulnerables ante nuevos desastres.

De acuerdo con el dato más actualizado y alarmante de la ONU, existe un récord de 122 millones de personas en todo el mundo, que es desplazado por la fuerza.

Cada año, un número mayor de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares por circunstancias como conflictos bélicos, abuso y corrupción política (expansión inmobiliaria y monopolización), efectos nocivos del cambio climático y robo de áreas llenas de combustibles fósiles (gas natural, petroleo, carbón, etc.)

Desplazamiento de poblaciones urbanas

La corrupción e invasión, son acciones políticas que en la mayoría de los casos provocan que las personas pierdan su hábitat, en el contexto urbano, se centran principalmente en el fenómeno de la gentrificación y la actividad de las compañías constructoras e inmobiliarias, donde solo se ven beneficiados un grupo o clase social.

Desplazados por gentrificación
Las constructoras actúan como el brazo ejecutor que materializa la renovación urbana y la reinversión de capital, convirtiendo el espacio en un producto inaccesible para la población previamente establecida.

Lo que hacen, en muchos de los casos, es el desplazamiento de comunidades de bajos ingresos de sus barrios originales. Se producen cuando residentes, son forzados a irse por desalojos o porque sus contratos de renta no son renovados tras la compra de la propiedad por nuevos inversores o constructoras.

Las compañías constructoras e inmobiliarias son un motor clave de la gentrificación, pues son los principales agentes que inyectan el capital muchas veces dirigido al sector político envilecido, que lo justifican como una "transformación urbana”. En el proceso, la gran mayoría de los casos afectan o incluso desaparecen comunas y colectivos completos.

La deshumanización

El concepto segregacionista y de odio racial, es otro de los pensamientos que infortunadamente pesa en el desplazamiento de los hogares de las personas, además de ser una opinión deshumanizante. En los últimos años, esta nueva ola de falta de valores, ha sido partidaria de las ideologías políticas ganando terreno y creando perspectivas retorcidas de la supremacía en algunos grupos.

La deshumanización, se manifiesta cuando se llevan a cabo acciones que causan daño indiscriminado o sufren violaciones de derechos humanos. En este contexto, la percepción del otro como inferior absoluto permite justificar la violencia extrema y el sufrimiento de la población civil, lo cual es el motor principal del desplazamiento forzado y de la crisis humanitaria.

Muchos de los desplazados se vuelven migrantes y aun así sufren rechazo. Cuando llegan a nuevas comunidades, la deshumanización fomenta la xenofobia, la desconfianza y el rechazo. Esto les cierra el acceso a empleo, vivienda y educación, perpetuando un ciclo de pobreza que los obliga a seguir moviéndose o a vivir en condiciones precarias (como asentamientos informales).

Explotación de los recursos naturales y combustibles fosiles

La explotación de gas y el fracking, pueden desplazar a comunidades y fauna silvestre al destruir hábitats, contaminar el aire y el agua, y causar otros problemas ambientales y de salud.

La infraestructura necesaria para estas operaciones, como plataformas de pozos y carreteras, fragmenta los paisajes, mientras que la contaminación y el ruido pueden convertir las zonas en inhabitables para la fauna silvestre y en una carga para los residentes cercanos. Esto genera "personas desplazadas", es decir, personas obligadas a desplazarse debido a los impactos ambientales y de salud.

Extensión de campos de cultivo y ganadería

La deforestación, impulsada principalmente por la expansión de campos de cultivo y ganadería, lleva a la pérdida de hábitat, el cambio climático y desplazamientos forzados. La tala de bosques para la agricultura comercial, como la soja o la palma de aceite, y la ganadería intensiva, causa la destrucción de ecosistemas y la migración de especies.

Como consecuencia, las comunidades humanas, a menudo indígenas o rurales, se ven forzadas a desplazarse, lo que genera problemas sociales y de seguridad alimentaria.

Incremento acelerado del desplazamiento por crisis climática

El cambio climático está forzando a millones de personas a migrar debido a sus efectos devastadores, como sequías extremas, carencia de agua, inundaciones, tormentas e incendios. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR), desde 2008 el promedio anual de desplazamientos por peligros repentinos relacionados con el clima ha sido de 24.5 millones.

Sin embargo, la cifra se disparó a 32 millones de refugiados tan solo en 2022, un año que, junto a 2023, fue marcado por récords de temperaturas globales. La UNHCR subraya que el cambio climático es la "crisis definitiva de nuestro tiempo" y sus impactos se experimentan de manera desproporcionada por las personas en situaciones de vulnerabilidad.

Escenario catastrófico y profundización de la desigualdad

Las proyecciones futuras pintan un escenario aún más grave si no se toman medidas inmediatas. El Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR) estima que, dependiendo de las acciones para combatir la crisis, el cambio climático podría obligar a desplazarse a entre 210 y 320 millones de personas, en su mayoría dentro de sus propios países.

Desplazados
La crisis climática, actúa como un multiplicador de la amenaza y la vulnerabilidad en las regiones más pobres del mundo.

Este desplazamiento masivo está intrínsecamente ligado a una creciente brecha de ingresos global. El CEPR advierte que las naciones cercanas al ecuador verán una reducción del 15% en el ingreso por trabajador, mientras que las de latitudes más altas podrían ver un aumento del 10%, incrementando la desigualdad económica en un 25% a lo largo del siglo XXI y elevando la pobreza extrema.

Vulnerabilidad crítica en regiones específicas

El impacto del desplazamiento climático afecta de manera particular a las poblaciones ya vulnerables. La UNHCR destaca que casi dos tercios de los solicitantes de asilo y refugiados en 2022 provienen de países altamente vulnerables al clima, y casi el 60% de los refugiados por conflicto ahora viven en estas mismas naciones vulnerables.

El panorama en América Latina y el Caribe es especialmente preocupante: la Organización Internacional para las Migraciones pronostica que, de no implementarse acciones efectivas, aproximadamente 113.5 millones de personas en esta región estarán expuestas a los efectos más severos del cambio climático para el año 2090.

Referencias de la noticia

Desplazados climáticos, en aumento, advierte la ONU, Abril 2024, UNAM ICAyCC, Amparo Martínez Arroyo

Día Mundial del Hábitat 2025, Naciones Unidas