¡Un autobús queda atrapado en un gran incendio en García, México! Los fuegos son graves cerca de Monterrey

El incendio avanzó sin control, impulsado por vientos fuertes, calor extremo y baja humedad, dejando fábricas en cenizas y personas atrapadas en las carreteras envueltas por el fuego.

El aire ardía. Al caer la tarde del 5 de marzo, un autobús de transporte de personal se convirtió en rehén de las llamas que devoraban García, Nuevo León. Sin advertirlo, el conductor avanzó hacia un camino cubierto de humo espeso, un corredor de cenizas que ya había sellado su salida. En la avenida Heberto Castillo, el fuego no dejaba espacio ni para el miedo.

Adentro, 25 trabajadores apenas comenzaban a comprender su fragilidad. El calor, primero sutil, se volvió insoportable. El cristal vibraba y las ventanas se perlaban de fracturas, como si también quisieran escapar. Cuando el conductor intentó retroceder, las llamas ya bloqueaban cualquier regreso.

La temporada de incendios forestales en México generalmente se extiende de marzo a mayo, siendo marzo un mes crítico debido a condiciones como sequía, altas temperaturas y vientos fuertes.

Protección Civil de Nuevo León y los cuerpos de bomberos municipales llegaron al sitio tras recibir una llamada de emergencia. Con equipo especializado, lograron abrir paso entre el fuego y evacuar a los ocupantes, algunos de ellos con síntomas de intoxicación por humo. Al menos 10 personas fueron trasladadas a hospitales por quemaduras leves y problemas respiratorios.

Este incidente se suma a una serie de incendios que desde el 4 de marzo han afectado la región metropolitana de Monterrey. En municipios como García, Santa Catarina y Escobedo, el fuego ha consumido fábricas, predios y cerros completos; mientras, las autoridades enfrentan las llamas y unas condiciones ambientales que solo juegan en contra.

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El incendio devoró fábricas en García, destruyendo todo a su paso. Imagen tomada de la página oficial de Facebook de Protección Civil Nuevo León.

El contexto: una región en llamas

Desde el martes 4 de marzo, Nuevo León enfrentó una ola de incendios sin precedentes: 239 reportados en el área metropolitana. El más grave de ellos ocurrió en García, donde cinco fábricas fueron consumidas por completo. Además, más de 80 hectáreas de vegetación fueron devoradas por las llamas.

Las condiciones ambientales jugaron a favor de la propagación de los incendios. Temperaturas altas, vientos superiores a los 70 km/h y la sequía acumulada crearon un escenario ideal para el fuego. Esto, sumado a posibles acciones humanas —negligencia o incendios intencionales—, ha llevado a un estado de alerta constante.

Los incendios más graves activaron operativos de emergencia en Santa Catarina, García, Apodaca y el cerro del Topo Chico, donde el fuego alcanzó fábricas y zonas forestales.

El viento de este 4 de marzo no fue casualidad. Llegó con el paso de un frente frío que cruzó el norte de México, reforzado por la corriente en chorro, una banda de viento que sopla en las alturas. Al bajar, el aire se aceleró al cruzar las montañas de Nuevo León y, al encontrarse con una tierra seca y temperaturas altas, creó el escenario perfecto para que las llamas se extendieran sin control.

Incluso se declaró una contingencia ambiental debido a la mala calidad del aire provocada por el humo de los incendios, lo que afecta directamente la salud de los habitantes. Algunos incendios se generaron cerca de zonas industriales y rellenos sanitarios, lo que elevó el riesgo de que materiales peligrosos se quemaran, liberando sustancias tóxicas al aire.

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Héroes de fuego: Bomberos y Protección Civil enfrentan las llamas para proteger vidas y tierra. Imagen tomada de la cuenta oficial de Facebook de Protección Civil Nuevo León.

Lo que viene: solidaridad y precaución

A corto plazo, la prioridad es controlar los incendios activos y ahora evitar nuevos brotes. Protección Civil, con apoyo de la CONAFOR, bomberos y brigadas voluntarias, mantiene operativos permanentes en las zonas más vulnerables. Sin embargo, las condiciones del tiempo no mejorarán en los próximos días, lo que mantiene el riesgo elevado.

Protección Civil de Nuevo León reportó que el 6 de marzo se logró un 95 % de control y 85 % de liquidación del incendio en el Cerro del Topo Chico, con 8.5 hectáreas afectadas, aunque hoy siguen eliminando puntos calientes dentro de la zona quemada

Ante esta situación, las autoridades hacen un llamado urgente a la ciudadanía para que extreme precauciones. Evitar quemas al aire libre, reportar de inmediato cualquier señal de fuego y seguir las recomendaciones de evacuación son acciones clave para protegerse y apoyar a la comunidad. La solidaridad y la prevención pueden marcar la diferencia entre una tragedia y una historia de resistencia compartida.