El efecto invernadero intensifica las anomalías inducidas por el Niño

El Niño tiene una profunda influencia en el clima y los ecosistemas globales. Determinar cómo responde ENOS al aumento del efecto invernadero es un tema crucial en la ciencia del clima. ¡Descubre más aquí!

El Niño; cambio climático; temperatura del océano
El fenómeno de El Niño es un cambio significativo en la distribución de la temperatura de la superficie del agua del Océano Pacífico, que se traduce en cambios importantes en el clima global.

A pesar de los avances recientes en la comprensión de El Niño, aún se desconocen las respuestas a características importantes del mismo, como la temperatura del aire y la circulación atmosférica.

Se han utilizado diversas proyecciones de modelos climáticos globales para mostrar que el calentamiento resultante del aumento del efecto invernadero conduce a una intensificación con variabilidad impulsada por ENOS en la temperatura tropical principalmente en la parte superior de la tropósfera y en el apogeo del invierno boreal, ademas de la humedad tropical, chorros subtropicales y precipitación tropical, en el Pacífico.

Variaciones: causas y consecuencias

Estas variaciones se deben principalmente a la relación de Clausius-Clapeyron, una forma de caracterizar una transición de fase discontinua entre dos fases de materia de un solo constituyente, por lo que la presión de vapor de saturación aumenta casi exponencialmente con el aumento de temperatura.

Por lo tanto, la respuesta del vapor a la variabilidad de la temperatura es mayor en un clima más cálido. Como resultado, bajo el calentamiento global, incluso si la temperatura de la superficie del mar en tiempos de El Niño permanece sin cambios, la respuesta de la humedad tropical de la troposfera inferior se amplifica, lo que a su vez resulta en una reorganización importante de la temperatura atmosférica, la circulación y la precipitación.

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El Niño surge de interacciones complejas entre la atmósfera y el océano. En una escala de tiempo de 2 a 7 años, el Pacífico ecuatorial oriental varía entre condiciones anormalmente frías (La Niña) y cálidas (El Niño).

Estas fluctuaciones en la temperatura de la superficie del mar (TSM) alteran la convección atmosférica en el Pacífico tropical, causando anomalías climáticas tropicales y extratropicales, alterando la circulación de Walker y estimulando la teleconexión atmosférica, como el patrón Pacífico-Norteamérica.

El Niño sigue siendo difícil de predecir y aunque sus consecuencias se están intensificando, todavía no hay consenso sobre los resultados de las proyecciones

Además, las anomalías de la temperatura en la tropósfera en la región tropical son inducidas por este fenómeno y se han extendido a todas las longitudes, aumentando la variabilidad climática en todo el mundo. Y, debido a los efectos climáticos en todo el mundo, la forma en que El Niño y sus impactos pueden cambiar, en respuesta al aumento del efecto invernadero, se ha investigado ampliamente durante los últimos 20 años.

Sin embargo, todavía no hay consenso sobre los resultados de las investigaciones, y comprender y determinar cómo responde ENOS al aumento del efecto invernadero sigue siendo un gran desafío. Sin embargo, se han detectado variaciones en la distribución de precipitaciones y sequías, principalmente en la región del Pacífico.