Christian Domínguez, ejemplo de entrega a la meteorología, sobre todo a los ciclones

Las mujeres apenas representan el 30 % de los profesionales que se dedican a la meteorología, hoy la Dra. Christian Domínguez nos cuenta sobre su pasión por esta ciencia.

Christian Dominguez Sarmiento
Christian Domínguez Sarmiento, Investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) las féminas representan sólo el 30 % de los profesionales que se dedican a las ciencias atmosféricas. Continúa siendo un reto lograr la paridad de género y el liderazgo de las mujeres.

En la actualidad cuando de meteorología se habla es usual que las personas hagan referencia a la meteoróloga o meteorólogo de la televisión, es cierto que son la cara visible de esta ciencia, pero hay un grupo importante de colegas en el área de investigación.

En México nos llena de orgullo la figura de Enriqueta García Amaro (1928-1999), primera Ingeniera Topógrafa e Hidrógrafa del país que ayudó a impulsar la climatología algo tan importante en un país extenso y diverso como México.

Hoy aprovecho para conversar con una mujer de ciencia, cuya pasión por la meteorología es innegable, la Dra. en C. Christian Dominguez Sarmiento, Investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México.

¿Por qué estudiar meteorología?

Cuando era pequeña no sabía que era un meteorológico, no tenía idea de que había gente que estudiaba la atmósfera. En una obra en el kinder hice de viento (ríe). En el 1997 hubo un fenómeno de El Niño muy intenso que afectó muchísimo a México.

En la escuela nos dejaron una tarea para aprender más de este fenómeno, investigué buscando notas en los periódicos. Haciendo este trabajo comprendí qué se trataba, yo pensaba que se trataba de un niño, tenía 10 años en ese momento, no sabía nada de la atmósfera.

Luego, en 1999 hubo inundaciones muy fuertes que afectaron el norte del estado de Veracruz, fallecieron muchísimas personas. A mi papá lo mandaron de brigada a la zona afectada, tomó muchas fotos de la destrucción y a su regreso me las enseñó.

Las fotos me impactaron, y creo que desde ahí me empezó a llamar la atención. Luego en la prepa, llevé una materia que se llamaba Ciencias de la Tierra, ahí estudié los sismos, volcanes y la atmósfera, pero realmente lo que me interesó fue la atmósfera. En ese momento fue que decidí estudiar ciencias atmosféricas.

¿Nacer y crecer en el estado de Veracruz te marcó también para estudiar meteorología?

Sí, completamente, experimenté “nortes”, ciclones tropicales que dejaron mucha lluvia. Yo que viví en Xalapa escuchaba cuando decían no vayas al puerto porque hay ciclón o “norte”. Me marcaron los fuertes vientos del "norte" y las lluvias de los ciclones tropicales.

¿Cuál fue tu mayor reto como estudiante en tu formación como meteoróloga?

Entender las complejidades que lleva la atmósfera. Muchas veces uno tiene conceptualizado qué es lo que debería pasar, por ejemplo, si es un ciclón tropical, saber la trayectoria, sabes que va a pasar si entra a aguas calientes, pero cuando le agregas particularidades como que se quede estacionario por varios días y que comienza a degradarse, eso no está tan claro.

A través de la experiencia es que uno va aprendiendo, pero cuando eres estudiante y no conoces todos los casos que han existido es difícil comprender todas esas complejidades

¿Cuál es el fenómeno meteorológico que más te gusta y a cuál le temes?

Me gustan los ciclones tropicales. Los ciclones los he vivido, conozco un categoría 3. Los tornados me dan mucho miedo y hasta he soñado con ellos. Me da miedo la poca predictibilidad que tienen y el alcance destructivo.

¿Cuál es tu mayor preocupación con el cambio climático y la divulgación que se le da en la actualidad?

Tengo dos puntos de vista, uno positivo y otro negativo. Vamos primero con el positivo, me gusta mucho que la gente esté preocupada por el cambio climático, me da alegría que la gente se interese y que trate de involucrarse con este tema.

Lo que no me gusta es que muchas veces carecen de un respaldo científico, por ejemplo, ocurre un tornado en la Ciudad de México, y como la gente no está consciente que los tornado sí pueden ocurrir en esta ciudad pues lo asocian al cambio climático, entonces terminamos culpando de todo al cambio climático, y tampoco es por ahí.

¿Qué se podría hacer para que haya más mujeres dedicadas a la meteorología?

Yo creo que hace mucha falta en México tener un punto de vista más divertido a la hora de enseñar física y matemática a los niños, especialmente para que las niñas se interesen en este tipo de carreras. También tiene que ver con algo cultural, las niñas deben aprender cocina o costura.

ciclones
Apasionada por los ciclones tropicales y sus pronósticos a diferentes escalas. En general me gustan mucho los fenómenos tropicales como las ondas del este.

En la preparatoria entré a un taller de robótica, todo el mundo pensaba que iba a escoger cocina porque era lo que seleccionan las chicas, pero yo no quería cocina, yo quería aprender sobre robots. Resultó que en el aula eran puros hombres y yo la única mujer, el ambiente se sentía pesado.

¿Si estuvieras delante de un grupo de niños qué les dirías para motivarlos a estudiar meteorología?

La atmósfera es impresionante, es un laboratorio natural donde ocurren muchos fenómenos importantes para nuestro día a día. Algunos de estos fenómenos pueden ser divertidos como las brisas marinas o mar, hay otros que pueden ser muy violentos como los tornados y ciclones tropicales, y pues es importante estudiarlos y entenderlos.