¡La erosión de las rocas libera tanto CO2 a la atmósfera como el vulcanismo!

La actividad humana no es la única fuente de emisión de CO2, otros procesos naturales como la alteración y la erosión de las rocas emiten también cantidades importantes de gas contaminante en la atmósfera.

Erosión
La erosión y la alteración de las rocas sedimentarias son una fuente no despreciable de emisión de CO2 en la atmósfera después de un estudio reciente

La alteración y la erosión natural de las rocas permiten que después de la noche del tiempo contribuyan a la regulación del clima terrestre. Sin embargo, un estudio reciente demuestra que este proceso también puede liberar cantidades importantes de CO2 en la atmósfera.

El CO2 puede ser liberado por diferentes procesos naturales

Tenga en cuenta que la actividad humana es la única responsable de la liberación de CO2 en la atmósfera. O bien, muchos procesos naturales emiten también CO2, lo que contribuye también a la recuperación climática. Aunque hoy en día la erosión tiene un papel secundario en relación con el impacto de las emisiones humanas, puede contribuir a regular el clima desde el principio. la formación del planeta Tierra.

Entre estos procesos encontramos, por ejemplo, el vulcanismo. Las erupciones volcánicas liberan muchos gases de efecto invernadero como resultado del derretimiento de las rocas del manto. Los estudios sobre las grandes erupciones pasadas han provocado alteraciones globales y más o menos duraderas en el clima de la Tierra, provocando también crisis biológicas que conducen a extinciones masivas.

En general, estas perturbaciones climáticas también están reguladas por un proceso natural, la erosión y alteración de las rocas. Al atrapar carbono en forma de carbonatos, estos mecanismos actúan como un termostato global y, en general, ayudan a reducir las temperaturas medias. Sin embargo, los efectos de este proceso natural sólo son visibles durante largos períodos de tiempo, de unos 100,000 años.

Sin embargo, si este proceso natural existente desde el principio de los tiempos permite realmente atrapar el CO2 atmosférico, no debemos olvidar que también es capaz de liberarlo, es lo que llamamos “georrespiración”. De hecho, las rocas sedimentarias contienen materia orgánica fósil y su contacto con el agua y el aire provoca su oxidación, fenómeno que en última instancia provoca la liberación de CO2 a la atmósfera.

¡Un proceso que libera tanto CO2 a la atmósfera como el vulcanismo!

La influencia de la georrespiración en el clima sigue siendo desconocida hoy en día, en particular porque es particularmente difícil medir los flujos de CO2 emitidos por este fenómeno. Un equipo de investigadores examinó recientemente la cuestión y pudo concluir que la masa de CO2 emitida por este proceso era más significativa de lo que uno podría pensar.

Según dos estudios publicados en las revistas Pnas y Nature, el flujo total de CO2 emitido por la georrespiración es de aproximadamente 68 megatones al año, lo que corresponde aproximadamente al flujo anual medio emitido por los volcanes.

Según los investigadores, son los relieves montañosos los que representan las principales zonas emisoras de CO2 mediante georrespiración, emitiendo más CO2 del que atrapan en los carbonatos. De hecho, es en estos sectores donde la erosión natural es más marcada. Si bien se pensaba que las montañas eran importantes sumideros de carbono, en realidad es todo lo contrario.

Montaña
Los accidentes geográficos son regiones donde la erosión de las rocas es más significativa, un proceso que libera grandes cantidades de CO2 a la atmósfera.

Sin embargo, según los autores del estudio, las cantidades de CO2 liberadas por este fenómeno natural siguen siendo relativamente pequeñas en comparación con las emisiones humanas anuales. Según los científicos, las emisiones de la actividad humana son 150 veces mayores que las provocadas por la georrespiración.

Es importante tener en cuenta estos nuevos parámetros en la ecuación actual para poder comprender mejor la evolución del clima futuro. Si los seres humanos siguen siendo la principal fuente de CO2 atmosférico hoy en día, otros fenómenos naturales como el vulcanismo o la georrespiración pueden aumentar las emisiones humanas y, por tanto, acelerar potencialmente el proceso de calentamiento global inducido por los gases de efecto invernadero.