Día Mundial del Suelo 2023: "El suelo y el agua, fuente de vida"

La subsistencia de nuestro planeta depende de la relación que existe entre el suelo y el agua. Mantener saludables estos recursos es indispensable para la vida humana y la de otros seres vivos.

Suelo saludable
Los suelos sanos, enriquecidos con materia orgánica, desempeñan un papel crucial en la regulación de la retención y disponibilidad de agua.

La conmemoración del Día Mundial del Suelo se celebra anualmente cada 5 de diciembre desde 2014, año en el que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en ingles), lo propuso a la ONU. Se decidió el 5 de diciembre porque coincidía con el cumpleaños del Rey de Tailandia Bhumibol Adulyadej, querido monarca fallecido en 2016 y uno de los grandes promotores de esta idea.

Pero sus orígenes se remontan a 2002 gracias al impulso de la Unión Internacional de Ciencias del Suelo (IUSS), la cual propuso este evento en el marco de la Alianza Mundial por el Suelo, un foro colaborativo surgido ante la necesidad de compartir experiencias sostenibles para recuperar un suelo que pensábamos era un recurso infinito.

El agua un complemento de indispensable para la salud del suelo

El Día Mundial del Suelo 2023, tiene como objetivo crear conciencia sobre la importancia que tiene entender la relación entre el suelo y el agua para lograr sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes. Ya que estos, son base para la producción de alimentos y el bienestar de los ecosistemas. Al reconocer sus invaluables funciones, podemos tomar medidas proactivas para salvaguardar estos recursos para las generaciones futuras.

Según datos de la FAO, los sistemas agrícolas de secano representan el 80 % de las tierras de cultivo y contribuyen al 60 % de la producción mundial de alimentos. Estos sistemas dependen en gran medida de prácticas efectivas de manejo de la humedad del suelo. Mientras que, sistemas agrícolas de regadío extraen el 70% del agua dulce del mundo y representan el 20 % de las tierras de cultivo.

Guerra y contaminación
Las prácticas inadecuadas de gestión del suelo y el agua afectan a la erosión, la biodiversidad y la fertilidad del suelo, además de la calidad y cantidad del agua.

El agua en los distintos tipos de suelo, es vital para que diferentes especies vegetativas absorban los nutrientes, esta condición consolida una relación simbiótica que es la base de nuestros sistemas agrícolas. Por lo tanto, el suelo y el agua son el medio en el que las plantas crecen y obtienen nutrientes esenciales.

Influencia nociva del cambio climático en el cuidado de nuestro suelos

Debido al cambio climático y las actividades antropogénicas, nuestros suelos se están deteriorando, lo que ejerce una presión excesiva sobre nuestros recursos hídricos. Daños como la erosión y sobreexplotación del suelo alteran el equilibrio natural de la biósfera, reduciendo la infiltración de agua y su disponibilidad para todas las formas de vida.

De acuerdo con las recomendaciones de las FAO, las prácticas sostenibles de gestión del suelo, como la labranza mínima, la rotación de cultivos, la adición de materia orgánica y los cultivos de cobertura, mejoran la salud del suelo, reducen la erosión y la contaminación, ademas de mejorar la infiltración y el almacenamiento del agua.

Campesino palestino
Sembrar y cosechar de manera orgánica, permite el uso adecuado del suelo, evitando la contaminación de las tierra con el uso de pesticidas y otros químicos dañinos para la tierra.

La salud del suelo y la calidad y disponibilidad del agua están interconectadas. Por lo que, un mejor manejo del suelo y el agua mejora la capacidad de la tierra para resistir fenómenos climáticos extremos como sequías, inundaciones y tormentas de arena y polvo.

Por otro parte, los suelos sanos actúan como sumideros de carbono. Al secuestrar carbono de la atmósfera, contribuyen con la adaptación al cambio climático y a la mitigación de sus efectos nocivos.