La historia de la Antártida revela un patrón geológico que podría conducir a cambios drásticos en la corteza terrestre

Afectada por el calentamiento de los océanos y la atmósfera de la Tierra, la capa de hielo que cubre la Antártida Occidental se está derritiendo, fluyendo hacia afuera y encogiendo en tamaño, todo a un ritmo asombroso.

El importante derretimiento de los glaciares Thwaites y Pine Island, en el sector del mar de Amundsen de la capa de hielo de la Antártida Occidental (WAIS), amenaza su estabilidad.
El importante derretimiento de los glaciares Thwaites y Pine Island, en el sector del mar de Amundsen de la capa de hielo de la Antártida Occidental (WAIS), amenaza su estabilidad.

Debido a su gruesa y extensa capa de hielo, la Antártida parece ser una única masa continental continua centrada en el Polo Sur y que abarca ambos hemisferios del planeta. El sector del hemisferio occidental de la capa de hielo tiene la forma del pulgar de un autoestopista, una metáfora acertada, ya que la capa de hielo de la Antártida Occidental está en constante movimiento.

Gran parte del debate sobre el derretimiento del hielo durante un período de cambio climático se centra en sus efectos en las personas. Esto tiene sentido: millones de personas verán sus hogares dañados o destruidos por el aumento del nivel del mar y las tormentas.

Investigadores están encontrando evidencia de que cuando la Antártida Occidental se derritió, hubo un rápido aumento de la actividad geológica.

Pero ¿qué sucederá con la propia Antártida a medida que las capas de hielo se derritan? En capas de sedimentos acumulados en el lecho marino durante millones de años, los investigadores están encontrando evidencia de que cuando la Antártida Occidental se derritió, hubo un rápido aumento de la actividad geológica en la zona. La evidencia presagia lo que depara el futuro.

Un viaje de descubrimiento


Hace unos 30 millones de años, una capa de hielo cubría gran parte de lo que hoy llamamos Antártida. Pero durante el Plioceno, hace entre 5,3 y 2,6 millones de años, la capa de hielo de la Antártida Occidental se redujo drásticamente. En lugar de una capa de hielo continua, solo quedaron altos casquetes polares y glaciares en las montañas o cerca de ellas.

Hace unos 5 millones de años, las condiciones alrededor de la Antártida comenzaron a calentarse y la capa de hielo de la Antártida Occidental disminuyó. Hace unos 3 millones de años, toda la Tierra entró en una fase climática cálida, similar a la que ocurre hoy.

Expedición antártica; Imagen ilustrativa
Para determinar el estado del WAIS durante el Plioceno, los investigadores analizaron datos de procedencia geoquímica de un núcleo de sedimento ubicado cerca de la bahía del mar de Amundsen.

Los glaciares no son estacionarios. Estas grandes masas de hielo se forman en tierra y fluyen hacia el mar, desplazándose sobre el lecho rocoso y raspando material del paisaje que cubren, transportando estos restos a medida que el hielo se mueve, casi como una cinta transportadora.

Este proceso se acelera con el calentamiento climático, al igual que el desprendimiento de icebergs al mar. Los icebergs cargados de restos pueden entonces transportar este material rocoso continental al mar, depositándolo en el lecho marino al fundirse.

En la Expedición 379 del Programa Internacional de Descubrimiento de los Océanos, al Mar de Amundsen, los trabajadores bajaron una perforadora casi 3962 metros hasta el lecho marino y luego perforaron 794 metros en el fondo oceánico, directamente desde la parte más vulnerable de la capa de hielo de la Antártida Occidental.

La perforadora sacó a la superficie largos tubos llamados "núcleos", que contenían capas de sedimentos depositados entre hace 6 millones de años y la actualidad. Esta investigación se centró en secciones de sedimentos del Plioceno, cuando la Antártida no estaba completamente cubierta de hielo.

Un descubrimiento inesperado

A bordo, Christine Siddoway se sorprendió al descubrir un inusual guijarro de arenisca en una sección alterada del núcleo. Los fragmentos de arenisca eran escasos en el núcleo, por lo que el origen del guijarro era de gran interés. Las pruebas demostraron que provenía de montañas del interior de la Antártida, a unos 1300 kilómetros del lugar de la perforación.

Imagen generada por IA
Los resultados resaltan el riesgo de colapso parcial o incluso total de la WAIS bajo el actual calentamiento global, lo que provocaría un aumento global del nivel del mar de varios metros. (Imagen generada por IA).

Para que esto ocurriera, los icebergs tendrían que haberse desprendido de los glaciares que fluían desde las montañas del interior y luego flotar hacia el océano Pacífico. El guijarro proporcionó evidencia de la existencia de un paso oceánico de aguas profundas, en lugar de la gruesa capa de hielo actual, dentro de lo que hoy es la Antártida.

Retroceso dinámico de la capa de hielo

El análisis de la composición química de las rocas realizado por este equipo de investigadores deja claro que la Antártida Occidental no experimenta necesariamente un cambio gradual y masivo de cubierta de hielo a libre de hielo, sino que oscila entre estados muy diferentes.

Cada vez que la capa de hielo desaparecía en el pasado, provocaba un caos geológico. La implicación futura para la Antártida Occidental es que, cuando su capa de hielo vuelva a colapsar, se repetirán eventos catastróficos. Esto ocurrirá repetidamente a medida que la capa de hielo retrocede y avanza, abriendo y cerrando conexiones entre diferentes áreas de los océanos del mundo.

Este futuro dinámico podría traer respuestas igualmente rápidas en la biosfera, como la proliferación de algas alrededor de los icebergs en el océano, lo que provocaría una afluencia de especies marinas a las vías fluviales recién abiertas.

Vasos tramos de tierra en las islas de la Antártida Occidental se abrirían entonces al crecimiento de vegetación musgosa y costera que haría que la Antártida fuera más verde que su actual blanco gélido.

Estos datos sobre el pasado del Mar de Amundsen y la predicción resultante indican que los cambios en la tierra de la Antártida Occidental no serán lentos, graduales ni imperceptibles desde una perspectiva humana. Al contrario, es probable que lo ocurrido en el pasado se repita: rápidos cambios geológicos que se perciben localmente como eventos apocalípticos, como terremotos, erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra y tsunamis, con efectos globales.

Referencia de la noticia

Repeated major inland retreat of Thwaites and Pine Island glaciers (West Antarctica) during the Pliocene, PNAS (2025), Keiji Horikawa, Masao Iwai, Claus-Dieter Hillenbrand e Expedition 379 Science Party.