Gran eclipse total de Sol del 8 de abril: ¿Qué condiciones atmosféricas podrían registrase en Norteamérica?

Algo importante a tomar en cuenta para el eclipse del 8 de abril de 2024, son las condiciones meteorológicas, como la temperatura, la cobertura de nubes, la existencia de tormentas o sistemas de baja presión, entre otras. Esto para poder saber qué lugar será el ideal para vivir esta experiencia.

El segundo eclipse total de América del Norte en los últimos siete años se produce en una estación muy diferente a la de 2017. Abril es un mes de transición en todo el continente, en el que las tormentas invernales dan paso gradualmente a las acumulaciones convectivas de primavera y verano.

En México, la estación seca invernal se encuentra en su último mes antes de que comiencen las primeras lluvias primaverales. Sobre los Estados Unidos, las partes del sur de la ruta ya están en plena temporada de tormentas, mientras que al norte, las tormentas de primavera y las nevadas ocasionales todavía son un indicio de la partida del invierno.

En el Canadá marítimo, la última nieve del invierno aún no se ha derretido y las nuevas nevadas son una amenaza en todos los sistemas climáticos. Encontrar ese lugar mágico de observación será mucho más difícil que hace siete años.

La orografía y el eclipse

En el eclipse de 2017, el terreno accidentado de las montañas occidentales tuvo una gran influencia en la formación de nubes. Las ubicaciones a sotavento de terreno elevado tienden a ser más soleadas que las del lado de barlovento.

En este eclipse, el terreno montañoso sólo es importante en México, donde gran parte del recorrido se encuentra entre las montañas de la Sierra Madre Occidental a lo largo de la costa del Pacífico y la Sierra Madre Oriental a lo largo del Golfo de México.

Desde Texas hasta los Grandes Lagos, la pista avanza a través de la topografía baja de las Grandes Llanuras y el Valle del Mississippi, donde las variaciones del terreno y la nubosidad son atenuadas.

Sólo después de llegar a los estados del Atlántico Medio, al sur del lago Erie, el lado sur de la trayectoria de la Luna cruza la accidentada topografía de los Montes Apalaches del norte, donde se podría obtener alguna ventaja escondiéndose detrás de una barrera topográfica.

Temporadas y tormentas

Desafortunadamente, la temporada de primavera y la ubicación de las trayectorias de las tormentas en esta zona superponen los beneficios del terreno a una climatología muy nubosa, dando un alivio limitado a los viajeros del eclipse. La presencia de los Grandes Lagos y el Golfo de San Lorenzo tiene el mayor impacto en la nubosidad.

El gráfico de presión promedio a nivel del mar en abril prepara el escenario para esta discusión sobre el clima de los eclipses. Dos sistemas de alta presión se extienden a ambos lados del continente norteamericano, uno al noreste de Hawai en el Pacífico y el otro entre las Bermudas y las Azores en el Atlántico.

En abril, estos anticiclones están comenzando a fortalecerse desde sus mínimos invernales, aunque sólo tienen un efecto limitado en el clima del día del eclipse. Sobre el continente, una depresión superficial se encuentra a lo largo de las estribaciones orientales de las Montañas Rocosas con una vaguada de baja presión que se extiende a través de los Grandes Lagos y Terranova para unirse con una depresión profunda cerca de Islandia.

Los centros de baja presión y sus vaguadas extendidas marcan las principales trayectorias de las tormentas de abril en todo el continente. En la figura anterior se pueden ver tres de las trayectorias más importantes: Alberta Clipper, Colorado Low y Hatteras Low (que puede denominarse Gulf Low en su inicio y Nor'easter en Nueva Inglaterra).

Las vías que se muestran son esquemáticas, ya que los caminos reales pueden ser muy variables. Estas tormentas son grandes sistemas con extensos escudos de nubes que pueden oscurecer casi por completo las partes de la trayectoria de en Estados Unidos y Canadá, si una se encuentra en la posición incorrecta el día del eclipse.

Cobertura de Nubes

Dado el escenario descrito anteriormente, no sorprende que la frecuencia del tiempo nublado aumente constantemente a lo largo de la trayectoria de sur a norte de la sombra lunar. En casi todo México, la nubosidad mensual media medida desde satélite apenas alcanza el 40 %.

Este porcentaje aumenta rápidamente a medida que la ruta de la sombra se acerca a la frontera de Texas, y vuelve a aumentar abruptamente en Missouri, subiendo al 75% en Indiana y Ohio, después de lo cual zigzaguea hacia arriba y hacia abajo entre el 65 y el 85% hasta abandonar el continente norteamericano.

Incluso en las regiones más nubladas, sin embargo, hay señales esperanzadoras: caídas abruptas en la nubosidad a lo largo de los Grandes Lagos y a lo largo del Golfo de San Lorenzo ofrecen la perspectiva de algunos refugios más soleados para el 8 de abril.

En este eclipse, mucho más que en el buen tiempo de 2017, la preparación anticipada y la atención a las previsiones meteorológicas pueden resultar fundamentales para poder ver al Sol eclipsado.

La tendencia de la nubosidad revelada por los datos satelitales se refleja en las mediciones desde tierra. Las cantidades de precipitación y los días de precipitación siguen la tendencia ascendente de la frecuencia de las nubes y la cantidad de luz solar tiende a disminuir.