¿Sabías que los grillos pueden decirnos la temperatura del ambiente?

Consejo para exploradores de la naturaleza: prestando atención al canto de grillos, ¡puedes estimar la temperatura del ambiente donde te encuentras! Parece un mito meteorológico, ¡pero es cierto y te lo explicamos!

Grillo temperatura
Los grillos tienen un talento poco conocido y explotado, la capacidad de indicarnos la temperatura ambiente.

¿Alguna vez ha prestado atención al sonido de los grillos en el exterior? Ese "cri cri" que a veces va tan rápido que parece no detenerse. ¿Sabías que si prestas mucha atención a ese ruido verás que los grillos en realidad te están diciendo cuál es la temperatura exterior? Parece una locura, pero no lo es. Esto es un hecho demostrado por la ciencia.

Al igual que otros animales, como los lagartos y las iguanas, que salen al Sol en los días calurosos o se congelan en los días fríos, los grillos muestran variaciones de comportamiento y actividad corporal en función de las variaciones de temperatura. Esto se debe, a que al igual que los reptiles, son seres ectotérmicos (no pueden mantener su temperatura corporal).

Es un hecho ya bien conocido por la ciencia que la estridulación que hacen los grillos para aparearse ¡está directamente relacionada con la temperatura del ambiente en el que se encuentran!

A temperaturas más frías, los grillos tienden a moverse más lentamente. Cuando los grillos se calientan y sus cuerpos empiezan a moverse más, tienen la capacidad de frotar sus patas y alas más rápidamente, produciendo este sonido que llamamos estridulación.

Es a través de la estridulación repetitiva como los grillos macho atraen a las hembras para el apareamiento y la reproducción. Con esto, ya es más fácil imaginar cómo podemos relacionar el "cri cri" de los grillos en el exterior con la temperatura. Pero, a continuación, ¡te explicamos con detalle cómo puedes comprobarlo!

Haz la prueba tú mismo

Esta observación de la relación entre la estridulación de los grillos y la temperatura exterior no es nueva. El físico estadounidense Amos Dolbear observó esta relación entre el número de gritos de los grillos y la temperatura ambiente y publicó sus conclusiones en un artículo científico en 1897.

Según sus observaciones, si se puede contar el número de "cri cris" en un intervalo de 15 segundos y sumar 40 a este valor, se tendrá la temperatura en Fahrenheit (F) ( para pasarla a Celsius basta con tomar el resultado en Fahrenheit restarle 32 y luego multiplicarlo por 0,56)

Temperatura (F) = número de "cri" en 15 segundos + 40 (Ley de Dolbear

Es la llamada Ley de Dolbear, que nos indica que cuanto mayor es el número de "cri cris" por segundo, mayor es la temperatura. Después de la formulación de Dolbear, empezaron a aparecer en la comunidad científica otras variaciones de esta fórmula, algunas cambiando de 15 a 14 segundos el tiempo para contar el sonido de los grillos, otras cambiando ligeramente el valor a añadir a este número.

Esto se debió a que se observó que para diferentes especies de grillos las variaciones de esta fórmula podían funcionar mejor.

De este modo, ¡cualquiera puede probar la Ley de Dolbear e intentar estimar la temperatura a partir del estridulamiento de los grillos en el exterior! Para ello, primero necesitarás mucha paciencia, ya que los resultados dependen de unos buenos datos observados.

Cuando detectes el ruido de los grillos, intenta distinguir si el ruido procede de un solo grupo o de varios. Si hay más de un grupo, intenta centrarte en el sonido de un solo grupo. No te molestes en intentar concentrarte en un solo grillo, esto será muy difícil y generalmente los grillos del mismo grupo tienden a sincronizar su sonido.

A partir de ahí, toma un reloj o cronómetro, fija un tiempo de 15 segundos, cuenta el número de "cri cris" durante ese tiempo y aplica el resultado a la fórmula de la Ley de Dolbear. Puedes realizar este tipo de mediciones varias veces y en diferentes días, a diferentes temperaturas, ¡para demostrar la Ley de Dolbear!

Importante: este método sólo funcionará en días con temperaturas más suaves y cálidas. En días con temperaturas muy bajas, por debajo de 10 °C por ejemplo, los grillos no suelen salir a aparearse. Las temperaturas muy altas, superiores a 38 °C, tampoco son muy favorables para los grillos.