Se publican nuevas directrices sobre el riesgo del nitrógeno
El nitrógeno es el gas más abundante en la atmósfera, pero un exceso puede ser perjudicial; una nueva guía ofrece consejos para evaluar los impactos beneficiosos y perjudiciales del nitrógeno.

El nitrógeno constituye aproximadamente el 78% de la atmósfera terrestre y es vital para la vida en nuestro planeta azul. Sin embargo, un exceso puede provocar problemas, y la cantidad de nitrógeno que introducimos en el medio ambiente pone en riesgo la salud, el clima, los ecosistemas y los medios de subsistencia.
El documento de orientación sobre métodos de evaluación del impacto del nitrógeno del Sistema Internacional de Gestión del Nitrógeno (INMS) del Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido (UKCEH), evalúa cómo el nitrógeno afecta al medio ambiente, la agricultura y la sociedad a escala local, regional y global.
Un desafío global creciente
El exceso de nitrógeno en el medio ambiente proviene de diversas fuentes: aguas residuales sin tratar, fertilizantes, combustión de combustibles fósiles, prácticas agrícolas y procesos industriales.
Los niveles elevados de nitrógeno, desequilibran el ciclo natural del nitrógeno en la Tierra, lo que significa que, en muchas regiones, se convierte en un contaminante y contribuye al cambio climático, la contaminación del aire y del agua, las zonas muertas acuáticas y la pérdida de biodiversidad. También supone un riesgo para la salud humana, ya que provoca problemas respiratorios e intoxicaciones.
El profesor Icarus Allen, director ejecutivo del Laboratorio Marino de Plymouth (PML), declaró: “El nitrógeno es fundamental para la vida y, a la vez, un desafío global cada vez mayor. Si bien es esencial para la producción de alimentos y el funcionamiento de los ecosistemas, su mala gestión amenaza la biodiversidad, la estabilidad climática y la salud humana. El documento de orientación del INMS proporciona un marco esencial para comprender estas dinámicas complejas, desde la eficiencia agrícola hasta la pesca marina y la calidad del aire”.
El documento de orientación del INMS se elaboró con la colaboración de investigadores del PML, quienes fueron los autores principales del capítulo 4.1.4: Impactos del nitrógeno en la pesca de agua dulce, costera y marina.
“Nuestro trabajo en el PML pone de relieve cómo el exceso de nitrógeno, aunque a menudo invisible, puede socavar los cimientos del desarrollo sostenible. Abordar este problema requiere ciencia integrada, políticas informadas y colaboración internacional para garantizar un futuro más saludable y resiliente”, añadió Allen.
Consejos prácticos
La guía ofrece directrices prácticas para evaluar los impactos beneficiosos y perjudiciales del nitrógeno en el medio ambiente y los seres humanos, desde el ámbito local hasta el regional y el global, y vincula el agua, el aire, la biodiversidad, el clima, la salud, la producción de alimentos y el comercio.
El documento analiza los impactos específicos de cada sector, como la eutrofización, la acidificación del suelo, el daño que el ozono causa a la vegetación y los riesgos para la salud humana derivados de la contaminación del aire y del agua. Asimismo, destaca los desafíos que plantean el uso excesivo e insuficiente de nitrógeno, vinculando sus impactos con sus mecanismos subyacentes.
El Dr. Yuri Artioli, modelador de ecosistemas marinos de PML, afirmó que el documento "subraya la urgente necesidad de que la comunidad internacional impulse la elaboración de Planes de Acción sobre el Nitrógeno para alcanzar el ambicioso objetivo de la ONU de reducir los residuos y la contaminación por nitrógeno para 2030. La importancia de la colaboración entre sectores y naciones para abordar el desafío del nitrógeno es fundamental".

Artioli afirmó que su capítulo destaca, “los impactos complejos, indirectos y a menudo ocultos del exceso de nitrógeno en la pesca. En general, descubrimos que, si bien los aumentos moderados de nitrógeno reactivo pueden mejorar la productividad primaria y la disponibilidad de presas a corto plazo, los aportes excesivos de nitrógeno pueden provocar el agotamiento del oxígeno, la degradación del hábitat y, en última instancia, la disminución de las poblaciones de peces, lo que puede causar pérdidas económicas tanto en la pesca extractiva como en la acuicultura”.
El Dr. Jorn Bruggeman, coautor del capítulo e investigador del PML, declaró: “Es fundamental que promovamos con urgencia enfoques integrados para reducir los residuos de nitrógeno, mejorar la eficiencia y mitigar sus impactos ambientales. Al vincular los métodos científicos con las aplicaciones políticas, esta guía constituye un recurso esencial para gobiernos, investigadores y responsables políticos a la hora de abordar eficazmente el desafío global del nitrógeno”.