Tomates perdidos en el Espacio, son encontrados un año después en la Estación Espacial Internacional

El cultivo de alimentos a bordo de la Estación Espacial Internacional es
una de las muchas investigaciones que han alcanzado la madurez para las
misiones.

Los dos tomates recuperados casi un año después. Crédito: ISS

¿Te imaginas comer tomates cultivados en el espacio? Eso es lo que han hecho algunos astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI), donde se realizan experimentos para producir alimentos frescos en condiciones de microgravedad.

Estos experimentos son clave para preparar las futuras misiones a la Luna y Marte, donde los humanos necesitarán alimentarse de forma sostenible y saludable.

Uno de los experimentos más curiosos fue el de XROOTS, que consistió en cultivar plantas sin tierra, usando solo agua y aire. El astronauta de la NASA Frank Rubio, que estuvo en la EEI en 2022, contó una anécdota divertida sobre dos tomates que se le escaparon mientras cosechaba.

Los tomates se escondieron en una bolsa de plástico y no fueron encontrados hasta casi un año después, cuando los miembros de la Expedición 70 celebraban el 25 aniversario de la EEI. Los tomates estaban secos y aplastados, pero no podridos.

Microgravedad en el espacio

La microgravedad es la condición de muy baja gravedad que se experimenta en el espacio o en simuladores terrestres. Esto ocurre cuando el cuerpo está en caída libre, como las naves que orbitan alrededor de la Tierra.

En estado de microgravedad la fuerza de atracción se compensa con la fuerza centrífuga o con otra fuerza opuesta. Puede causar desorientación y otros efectos en los astronautas, como pérdida de masa ósea y muscular.

La microgravedad se mide en unidades de g, que es la aceleración de la gravedad en la superficie de la Tierra (9.81 metros por segundo al cuadrado). Por ejemplo, la microgravedad en la Estación Espacial Internacional es de unos 0.00001 g.

Microgravedad en plantas

Se han encontrado efectos importantes sobre el crecimiento de las plantas, ya que altera la orientación, la división y la diferenciación de sus células. Algunos de los efectos observados son:

  • Pérdida de la capacidad de crecer en dirección a la gravedad (geotropismo), lo que afecta a la formación de las raíces y los tallos.
  • División celular prematura, lo que reduce el tamaño de sus células y de sus órganos.
  • Cambios en la expresión de sus genes y en la metilación de su ADN, lo que puede modificar su desarrollo y su adaptación.

Estos efectos pueden variar según el tipo de planta, el tiempo de exposición a la microgravedad y las condiciones ambientales. Los científicos están investigando cómo mejorar el cultivo de plantas en el espacio, ya que serán una fuente de alimento y de oxígeno para los futuros viajes espaciales.

También están estudiando cómo la microgravedad puede ayudar a entender mejor los mecanismos moleculares y celulares que regulan el crecimiento de las plantas en la Tierra.

Otros experimentos

Rubio también participó en otro experimento llamado VEG-05, que usó una instalación llamada “Veggie” para cultivar tomates enanos. El objetivo era estudiar cómo la luz y los fertilizantes afectaban al crecimiento, la calidad y el sabor de los tomates. Los astronautas pudieron probar los tomates y comprobar su valor nutricional y su seguridad microbiana.

Aunque los tomates perdidos de XROOTS no se pudieron analizar, la investigación de vegetales en la EEI sigue adelante con el experimento Hábitat de Plantas 03, que volverá a la Tierra en la próxima misión de SpaceX.

Frank Rubio realizando el manejo de fluidos y las inspecciones de plantas para el experimento XROOTS. Crédito: ISS

Este experimento es uno de los primeros en cultivar varias generaciones de plantas en el espacio, para ver si las adaptaciones genéticas se heredan. Esto podría ayudar a mejorar la resistencia de las plantas al ambiente espacial y a producir cosechas más eficientes.

Los astronautas no solo se benefician de comer plantas frescas, sino también de cuidarlas. Según ellos, la jardinería les ayuda a relajarse, a sentirse más felices y a mejorar su calidad de vida en el espacio.

Los experimentos de vegetales en la EEI son un ejemplo de cómo la ciencia y la tecnología pueden hacer posible el sueño de explorar el espacio y de cómo este conocimiento puede aplicarse también para mejorar el cultivo de plantas en la Tierra.