Un innovador método de reciclaje podría convertir los desechos en plástico

Nuevo metodología de reciclaje, que resulta ser muy innovadora, podría convertir nuestros desechos de plástico, papel y madera en un producto plástico de primera calidad, dicen investigadores en Suecia.

Convirtiendo los residuos en plástico premium
Gránulos de plástico que se pueden utilizar para producir nuevos productos de plástico. Crédito: Johan Bodell, Chalmers.

En realidad, solo una pequeña proporción del plástico que usamos se recicla, pero eso podría estar a punto de cambiar gracias a un nuevo método de reciclaje pionero que convierte los desechos mezclados en plástico de primera calidad. Y como bono adicional, no tiene impacto en el ambiente.

El nuevo método, inspirado en el ciclo natural del carbono, muestra cómo los átomos de carbono en los desechos mixtos podrían reemplazar todas las materias primas fósiles en la producción de plástico nuevo; esto eliminaría el impacto climático de los materiales plásticos, o incluso limpiaría el aire de dióxido de carbono, dicen los investigadores.

En lugar de dejar que los recursos importantes terminen en vertederos o quemados, los investigadores de la Chalmers University of Technology en Suecia tienen como objetivo reutilizar los átomos de carbono en nuestros desechos.

“Hay suficientes átomos de carbono en los desechos para satisfacer las necesidades de toda la producción mundial de plástico”, explica Henrik Thunman, profesor de tecnología energética en Chalmers.

“Usando estos átomos, podemos desacoplar nuevos productos plásticos del suministro de materias primas fósiles vírgenes. Si el proceso funciona con energía renovable, también obtenemos productos de plástico con un impacto climático un 95 % menor que los que se producen hoy en día, lo que significa efectivamente emisiones negativas para todo el sistema”.

Convirtiendo residuos en plástico

Para lograr estos ciclos, los investigadores están utilizando tecnologías dirigidas al carbono contenido en los residuos de plástico, papel y madera, con o sin residuos de alimentos, para crear una materia prima para la producción de plásticos con la misma variedad y calidad que los producidos a partir de materias primas fósiles.

Los métodos actuales de reciclaje de plástico reemplazan alrededor del 15-20 % de la materia prima fósil necesaria para satisfacer la demanda de plástico de la sociedad.

El nuevo método, que se basa en tecnologías termoquímicas, calienta los residuos a unos 600-800 °C. Esto convierte los desechos en un gas; cuando se agrega hidrógeno, el gas resultante se puede usar como materia prima para reemplazar los componentes básicos de los plásticos.

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El uso de este método de reciclaje podría evitar el uso de nuevas materias primas fósiles y podría implementarse en las mismas fábricas donde actualmente se fabrican productos plásticos utilizando petróleo o gas fósil.

"La clave para un reciclaje más extenso es considerar los desechos residuales de una manera completamente nueva: como una materia prima llena de átomos de carbono útiles. Entonces los desechos adquieren valor y se pueden crear estructuras económicas para recolectar y utilizar el material como materia prima en todo el mundo”, dice Thunman, uno de los autores del estudio publicado en el Journal of Cleaner Production.

Ciclo Natural del Carbono

El proceso se inspiró en el ciclo natural del carbono, donde las plantas se descomponen en CO2 cuando mueren, lo cual es vital para producir nuevas. Sin embargo, la tecnología es diferente a cómo opera la naturaleza.

“No tenemos que tomar el desvío a través de la atmósfera para hacer circular el carbono en forma de dióxido de carbono. Todos los átomos de carbono que necesitamos para nuestra producción de plástico se pueden encontrar en nuestros desechos y se pueden reciclar usando calor y electricidad”, explica Thunman.

Los cálculos sugieren que la energía requerida para impulsar tales procesos se puede obtener de fuentes renovables (energía solar, eólica o hidráulica) o quemando biomasa. Esto sería más eficiente desde el punto de vista energético que los sistemas que se utilizan hoy en día, y significa que también sería posible extraer el exceso de calor de los procesos de reciclaje y eliminar las emisiones de dióxido de carbono asociadas con la recuperación de energía.