Una cuerda antigua muestra que el cambio climático fue documentado ya en el Imperio Inca
A menudo se piensa que el cambio climático es un concepto relativamente moderno, pero las investigaciones han demostrado que ha sido documentado desde el Imperio Inca, en cuerdas.

Una antigua forma de escritura con cuerdas anudadas, conocida como quipus, fue utilizada por el Imperio Inkásico para comunicarse y registrar información, incluyendo cómo cambiaba su clima, según una investigación en curso de la Universidad de St. Andrews.
Registro y respuesta al cambio climático
Los quipus son poco conocidos, principalmente porque los que quedan se encuentran en colecciones de museos, alejados del contexto en el que se usaron.
Sin embargo, una colección excepcional, nunca antes vista, se conserva en la remota comunidad indígena peruana de Santa Leonor de Jucul. La colección de 97 quipus antiguos, incluyendo el más largo del mundo, de más de 68 metros, se conservaba y consultaba como registro de las condiciones ambientales pasadas; la primera que se ha demostrado que se utilizó con este fin.
This week, we're turning to @sam_kean's piece in the Atlantic, 'Unraveling the Secrets of the Inca Empire'. With stunning photographs by @amarumusuk and @murrayorr, Kean shares his journey accompanying Sabine Hyland to the village of Jucul in her hopes to decode the Incan khipu. pic.twitter.com/PKskqNwPIE
— How To Academy (@howtoacademy) June 2, 2025
La colección, a la que Sabine Hyland, profesora de Religiones del Mundo, fue invitada a estudiar, muestra la minuciosidad con la que los antiguos andinos observaban y registraban las condiciones climáticas y sus cambios. Cada quipu registraba la respuesta de los aldeanos; por ejemplo, si había una sequía, ofrecían ofrendas para la lluvia en un lugar sagrado de las montañas y registraban en el quipu el lugar de la ofrenda y lo que se ofrecía.
Revelando a los autores
La investigación también desafía las teorías existentes sobre la cultura Inkásica. Se creía, basándose en las descripciones de los cronistas españoles, que muy pocas personas sabían hacer quipus; supuestamente, solo unos pocos burócratas Incas de alto rango sabían cómo hacer estos nudos.
Hyland descubrió que quienes fabricaban los quipus los "firmaban" con mechones de su cabello. Un quipu inca con cabello humano fue datado por carbono en el Imperio Inca, alrededor del año 1480 d. C., pero el muestreo isotópico reveló la dieta de quien lo fabricó: un plebeyo.
El profesor Hyland afirma que la dieta variaba según el estatus social en el Imperio Inca: "Los plebeyos se alimentaban de patatas, legumbres y hierbas de quinua. Las élites comían carne y bebían grandes cantidades de cerveza de maíz. Los resultados sugieren que quienes fabricaban estos quipus incas tenían poca carne o maíz en su dieta; la evidencia indica que eran plebeyos”.
Esto sugiere que la alfabetización en quipus era más extendida e inclusiva en el Imperio Inca, afirma Hyland, lo que significa que "probablemente hubo una mayor continuidad entre los quipus incas y los quipus etnográficos modernos, como los de Jucul, de lo que se creía anteriormente".