¿Es delito tener una pata de elefante en casa? Esto dice la ley en México
Una planta que puede parecer inofensiva y significar un simple adorno dentro de tu jardín podría causarte problemas legales en México si no demuestras su el origen de tu compra

México rico en cultura, gastronomia e historia, tambien destaca por ser uno de los países con mayor diversidad biológica del mundo. Su riqueza en flora y fauna es tan grande que a veces se nos olvida que esa abundancia también puede ser vulnerable ante el comercio clandestino de especies exóticas.
Uno de los casos más conocidos y que quizás tienes en tu sala, tu jardín o has visto en algún vivero es la famosísima pata de elefante (Beaucarnea recurvata). Una planta que inmediatamente roba miradas gracias a su forma única y su estilo exótico.
Lo que pocas personas conocen es que esta planta originaria de tierras aztecas se encuentra en peligro. La extracción ilegal y la pérdida de hábitat han llevado a la pata de elefante a ser considerada una especie amenazada. Y tener una sin el permiso correspondiente puede traer consecuencias legales.
Las autoridades mexicanas han incrementado las medidas de protección y quienes compren o comercialicen sin permiso se arriesgan a grandes multas económicas, inclusive a pena de prisión. Por eso, si te gustan las plantas exóticas, es necesario que conozcas esta información.

La pata de elefante: una especie amenazada
La Beaucarnea recurvata mejor conocida como pata de elefante, es una suculenta que ya forma parte de nuestra identidad y del patrimonio natural de México. Es una especie endémica, lo que significa que solo crece de manera natural en nuestro país principalmente en los estados de Veracruz, Puebla y Oaxaca.
Su nombre proviene de la forma de su tallo grueso principalmente en la base, el cual se parece a una pata de un elefante, una característica que le da una apariencia única y que le permite retener grandes cantidades de agua para sobrevivir en lugares secos.
En los últimos años esta especie ha ganado muchísima popularidad utilizada por jardineros y paisajístas. Su forma exótica, su resistencia a la sequía y su mantenimiento sencillo, la han convertido en la favorita de principiantes y amantes de lo natural.
Aunque su mayor atractivo también resulto ser su más grande debilidad, ya que las personas exigen esta planta en el mercado y al tratar de cumplir con la demanda, muchas personas la han extraído de su hábitat ilegalmente, afectando a los ecosistemas donde existe
La situación ha llegado a tal punto que hoy en día la pata de elefante se considera una especie amenazada. De hecho, aparece listada en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, lo que significa que tenerla o hacer negocios con ella esta sujeto a regulaciones.
El objetivo de estas reglas no es castigar a los amantes de las plantas, sino frenar el tráfico ilegal y proteger la especie de una posible extinción. Cuidar una pata de elefante, significa cuidar el lugar de donde viene y asegurar que su presencia en el hogar no provoque su desaparición.

¿Y qué dice la ley sobre esto?
En México, leyes como la Ley General de Vida Silvestre y la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) indican que cualquier manejo de esta planta requiere autorización de la SEMARNAT.
Las multas por violar la ley pueden ser altísimas: desde 50 hasta 50,000 veces la UMA (o sea, varios millones de pesos) y en casos más extremos, la sanción puede ser de hasta pasar 9 años en la cárcel. La PROFEPA es el organismo que hace cumplir estas normas y realiza inspecciones constantes en viveros, mercados y hasta en hogares.
¿Entonces ya no puedo tener una?
¡Sí puedes! Pero asegúrate de comprarla en viveros autorizados, que entreguen el certificado de autenticidad y de origen legal. Esto te protege a ti y ayuda a conservar esta especie, además evita que caigas “sin saberlo” en un delito.
La pata de elefante es una planta que a pesar de tener una apariencia inofensiva, tiene fuertes regulaciones en México debido a ser considerada una especie amenazada. Es responsabilidad de todos informarnos y actuar de manera responsable para proteger la biodiversidad de nuestro país.