Florece incluso con el calor extremo: la planta tapizante ideal para jardines secos
El clima seco y caluroso no tiene por qué ser enemigo de tu jardín. Existe una especie que se lleva perfecto con el sol, casi no necesita agua y además es comestible.

Existen plantas muy versátiles y otras que simplemente no aguantan el calor. Apenas empieza a subir la temperatura y ya están deshidratadas, con las hojas tristes y las flores secas. Y si vives en un lugar donde el clima es seco y el agua escasea, la idea de tener un jardín bonito se vuelve poco viable.
Hoy en día, todos buscamos opciones prácticas para los espacios verdes, plantas que no necesiten demasiados cuidados, que no cuesten una fortuna y que no gasten mucha agua o fertilizantes. Sobre todo en las ciudades donde no siempre tenemos tiempo ni espacio para cuidar jardines grandes, estas alternativas hacen toda la diferencia.
Aquí es donde entra la verdolaga, una planta noble que en ocasiones pasa desapercibida o incluso se arranca porque se cree que es una “maleza”. Lo que no sabemos es que se trata de una especie con muchas cualidades, que le encanta el sol, crece rápido, no necesita mucha agua además es bonita y comestible. ¿Qué más se puede pedir?
Esta planta tiene historia, se ha usado desde hace siglos en la cocina y en remedios tradicionales, y hoy se está poniendo de nuevo en el radar, sobre todo para paisajistas que crean jardines secos o sustentables. No es una especie frágil que tenemos proteger todo el tiempo.

La verdolaga, o Portulaca oleracea, es una planta rastrera y suculenta que crece de manera rastrera extendiéndose por el suelo como si quisiera cubrir todo a su paso. Tiene hojas que almacenan agua, tallos rojizos y flores pequeñas que brotan en los días más soleados.
¿Qué tiene de especial la verdolaga?
Una de las cosas más valiosas de esta planta es su resistencia al calor extremo y a la sequía. Puedes tenerla en un rincón caluroso, con poca agua, y se adaptara a las condiciones para sobrevivir. No necesita suelos ricos, ni fertilizantes especiales, ni sombra, prefiere el sol directo y puede soportar temperaturas altas y bajas.
Una gran ventaja es que la verdolaga funciona como tapizante natural. Esto significa que cubre el suelo de manera uniforme, como si se tratara de una alfombra viva, evitando que la tierra se seque rápido o que se erosione con el paso del tiempo, el viento o la lluvia.
Aunque lo más importante que podemos destacar de esta especie es que se trata de una planta comestible y muy nutritiva, se puede comer cruda en ensaladas, cocida en guisos, en tacos, o diversos platillos. Tiene un sabor suave, ligeramente ácido que aporta omega 3, hierro, potasio, vitamina C y antioxidantes.
Es natural creer que la verdolaga es solo una hierba del campo, pero existen variedades ornamentales que son más vistosas. Por ejemplo, la Portulaca grandiflora tiene flores de colores intensos en tonalidades rosa, naranja, blanco, fucsia y amarillo... pero lo mejor es que florecen justo cuando el Sol está en su máximo esplendor.

Estas versiones lucen en jardines secos, jardineras, macetas colgantes o inclusive en azoteas, donde otras plantas no logran sobrevivir. Son de porte bajo, no estorban y hacen que el suelo se vea cubierto de color sin necesidad de requerir variedades de pastos. Y como florecen en gran cantidad, le dan vida a cualquier espacio.
Lo que es importante es saber que necesitan mucho Sol directo para lucirse. Si están en sombra o en lugares húmedos, no van a dar flores. Pero en espacios soleados, se ponen espectaculares y como no crecen muy alto, puedes combinarlas con una gran variedad de cactus, suculentas o piedras decorativas.
¿Se puede sembrar en casa?
La verdolaga casi se cuida sola y si eres de los que siempre olvida regar las plantas, esta es para ti. Lo ideal es regarla una o dos veces por semana, y dejar que la tierra se seque entre riegos. Si la riegas de más, se puede pudrir, así que menos es más.
En cuanto a tierra, no necesita nada especial, solamente asegúrate de que tenga buen drenaje. Si la vas a sembrar en maceta, ponle agujeros abajo para que no se acumule el agua, puedes usar tierra de jardín mezclada con un poquito de arena o grava, y con eso tienes.
Si notas que crece demasiado puedes recortarla un poco o aprovechar para cosecharla. De hecho, eso ayuda a que se mantenga sana y no se vuelva invasiva. Porque si se siente cómoda, va a empezar a expandirse por todos lados, pero eso se soluciona fácilmente con podarla de vez en cuando.
La verdolaga es fuerte, se adapta, no pide mucho y te da color, sabor y nutrientes. En un mundo donde todo parece exigir tiempo, esfuerzo y dinero, tener una planta así es casi un regalo. No necesitas ser experto ni tener una casa con jardín enorme. Con un poco de tierra, Sol y ganas, la verdolaga puede ser tu compañera ideal.