Tareas del huerto en México en octubre: poda ligera y control de plagas

El otoño entra de puntitas en este mes, el calor se va, las noches se alargan y el huerto pide atenciones especiales para seguir sano y fuerte rumbo al invierno.

Una poda ligera mal hecha puede abrir heridas grandes en la planta y favorecer hongos.

De las lunas la de octubre es más hermosa, dice la canción, y quizá por eso este mes siempre llega con un aire distinto. El calor intenso se despide poco a poco y los días se vuelven más llevaderos, como si el huerto respirara de otra manera, las hojas “bailan” con más calma, los insectos cambian su rutina y hasta el olor de la tierra cambia.

No es ni el exceso de agua de septiembre, ni la sequedad de noviembre, es ese punto medio que se siente como un cambio de capítulo, y al caminar entre los surcos o las macetas, uno se da cuenta que no solo nosotros percibimos este cambio, las plantas también lo saben.

El huerto tiene su propio reloj y octubre marca un compás diferente, es en este momento cuando cuidar se vuelve más importante que sembrar, porque ya no hacen falta jornadas pesadas como en verano, sino manos atentas que acompañen el ritmo de las plantas. Octubre pide mantenimiento, limpieza, revisiones y estrategias más finas.

Es como preparar a un atleta, no lo fuerzas con más carreras, lo entrenas para que resista mejor la siguiente, por eso se habla tanto de la poda ligera y del control de plagas en este mes, las cuales son tareas que saltan a la vista, porque limpian, ordenan y previenen problemas pero pensar que el huerto solo depende de eso sería un error.

Dedicar aunque sea diez minutos al día para observar hojas y tallos nos ahorra dolores de cabeza. Si detectamos los primeros síntomas, el control es más sencillo.

Octubre es más amplio, es reorganizar, planear siembras nuevas, proteger del frío que se aproxima y devolverle fuerza a la tierra misma. El huerto nunca se detiene, aunque el calendario avance y el trabajo está en los detalles, en las pequeñas acciones que parecen simples pero que definen la cosecha futura.

Equilibrio y defensa: poda ligera y control de plagas

La poda ligera es una actividad que no busca transformar la planta, sino mantenerla saludable y equilibrada, lo que hacemos aquí es retirar ramas secas, brotes mal orientados o flores marchitas que ya no aportan nada, este tipo de poda mejora la entrada de luz, ayuda a mantener una mejor ventilación y reduce la humedad excesiva que suele atraer hongos.

Es importante usar tijeras limpias y desinfectadas con alcohol o agua con cloro antes de pasar de una planta a otra, así evitamos propagar enfermedades entre plantas.

En cultivos como jitomate o chile, la poda ligera es casi obligatoria, si dejamos que la planta se llene de ramas sin control, la producción se dispersa, la energía se va en sostener tallos débiles y al final los frutos pierden calidad, por eso una buena poda en este mes asegura que lo poco o mucho que produzca la planta sea de mejor tamaño, color y sabor.

Con el cambio de clima, algunas plagas bajan su intensidad, pero otras encuentran el momento ideal para reproducirse, las lluvias ya no lavan tanto a las plantas, por lo que insectos como pulgones, trips o mosquita blanca pueden establecerse con facilidad. El secreto está en la prevención, no en esperar a que el huerto esté invadido.

Un recurso clásico es el uso de extractos vegetales como el de ajo, chile o neem, que funcionan como repelentes naturales, estos preparados no dañan la planta ni al suelo, y ayudan a mantener a raya a los insectos. Además, introducir flores como caléndula o cempasúchil en los bordes del huerto también confunde a los insectos y atrae polinizadores.

Preparar, sembrar y limpiar: el descanso activo del huerto

El suelo en este mes ya no está tan saturado de agua, así que es un buen momento para dar un descanso activo a las camas de cultivo: aflojar la tierra, incorporar composta y dejar que respire, esto enriquece la estructura del suelo y repone nutrientes para las próximas siembras.

Una práctica recomendada es la siembra de abonos verdes como avena, trébol o haba, que crecen rápido y protegen la tierra de la erosión, más adelante, al incorporarlos al suelo, aportan materia orgánica y mejoran la fertilidad. Es como darle vitaminas a la tierra para que el siguiente ciclo sea más productivo.

En flores, el cempasúchil se lleva la atención, sobre todo porque conecta con las tradiciones de Día de Muertos,

Este mes es perfecto para sembrar especies que se desarrollan bien en climas frescos. En hortalizas, destacan la lechuga, espinaca, acelga, rabanito y zanahoria. En flores, el cempasúchil se lleva la atención, sobre todo porque conecta con las tradiciones de Día de Muertos, pero también se pueden establecer pensamientos, calendulas y crisantemos.

En México, el 70 % de los huertos urbanos aprovechan octubre para sembrar lechugas porque germinan rápido.

El truco está en aprovechar la humedad que se mantiene presente y evitar siembras tardías que no alcancen a desarrollarse antes de las heladas. Para zonas frías, es recomendable proteger los semilleros con mallas o plásticos ligeros durante la noche. La clave es leer al clima y anticiparse.

Una tarea que parece obvia pero que muchos dejan pasar es la limpieza del huerto. Debemos de retirar restos de plantas que ya cumplieron su ciclo, sacar malezas y organizar herramientas. Esto no solo ordena el espacio, también corta el ciclo de plagas y enfermedades que suelen esconderse en residuos.

Ni tan intenso como el verano, ni tan silencioso como el invierno. Es el momento de ser detallistas, de mirar de cerca cada planta y cada rincón de la tierra. Poda ligera, control de plagas, preparación de suelo, siembras de temporada y limpieza general son las tareas que, aunque simples, tienen un gran impacto.

Lo bonito de octubre es que combina lo mejor de dos mundos: todavía hay vida y producción, pero ya se siente el respiro del frío que se aproxima. Y ahí es donde uno como agricultor, jardinero o aficionado encuentra el reto de acompañar a las plantas con las manos listas y la mirada atenta.