Barómetros en el mundo detectan la explosión del volcán de Tonga

La intensa erupción del volcán submarino Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai en el Reino de Tonga, fue tan violenta que barómetros que miden la presión atmosférica en varias partes del mundo pudieron detectar la intensa "onda expansiva" registrada.

Erupción volcánica del Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai enero 2022
Volcán submarino ubicado cerca de las Islas Tonga registra una intensa erupción. Imagen: NOAA/CIRA/RAMMB

La violenta erupción de un volcán submarino en las inmediaciones del archipiélago de Tonga, localizado al sur del océano Pacífico, dio origen a un tsunami que llegó a las costas de esta nación insular, además de poner en alerta a otros países de la región. Su intensidad fue tan notoria que se dieron registros de variación en la presión atmosférica en estaciones meteorológicas de otras partes del mundo.

Meteorólogos en distintos países se sorprendieron cuando obtuvieron el reporte proveniente de barómetros en diferentes estaciones meteorológicas que registraron un rápido aumento y caída súbita en la presión atmosférica. La onda expansiva de la intensa erupción volcánica influyó categóricamente en la presión del aire.

Hasta el momento agencias geológicas calculan que la onda expansiva ha cubierto una distancia de más de 17,000 km a su alrededor, dejando asombrados a los observadores meteorológicos de distintas regiones. Aún cuando este efecto no fue tan perceptible físicamente pudo ser medible con un barómetro.

Denominado como "tsunamis atmosférico" por el meteorólogo Juan Antonio Palma, dice que, "el registro del curioso pico barométrico coincide en estaciones meteorológicas ubicadas en diferentes puntos de la Península de Yucatán”. La amplitud fue de 3 hPa, este valor muestra cuán poderosa debe haber sido la explosión esta mañana, actualmente la presión del aire ha vuelto a su nivel normal.

¿Qué ocurrió con la presión atmosférica?

La intensa erupción volcánica del Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai, dio paso a una onda de choque que se hizo visible a miles de kilómetros alrededor de la nube de ceniza. Debido a que el volcán expulsó una enorme cantidad de cenizas y escombros a la atmósfera en muy poco tiempo, el aire alrededor del volcán fue empujado con gran fuerza.

Así que, esto creó una onda de choque que llegó a miles de kilómetros desde el volcán. La gran fuerza con la que se produjo este fenómeno creó una onda en la atmósfera que se propagó como una ondulación en el agua alrededor de la erupción; como el aire se comprime a lo largo del borde de una onda de choque, entonces hay más aire disponible temporalmente; entonces, en ese momento, la presión del aire sube por un corto tiempo.

Como resultado varias estaciones meteorológicas en diferentes partes del mundo mostraron un aumento en la presión del aire de 1 a 3 hectopascales con una duración aproximada de entre 5 a 20 minutos, después de este periodo de tiempo la presión del aire se estabilizó nuevamente.

Actualmente muchas regiones están en vigilancia y pendientes, esto porque a diferencia de los tsunamis provocados por terremotos, donde las placas tectónicas descargan su fuerza y es improbable que se repita un segundo tsunami, el volcán podría volver a registrar una violenta erupción capaz de crear otra feroz marejada.

Alertas por tsunami y vigilancia constante se mantiene en Tonga, Vanuatu, Fiyi, Nueva Zelanda, Australia, Chile, Ecuador, Japón y lugares más lejanos donde también se mantienen alertas como en Estados Unidos, México, Canadá, Perú y algunos países de Centroamérica principalmente en en su costa oeste.