¿Cuándo terminan las lluvias este 2025? Esto dicen expertos sobre la temporada de lluvias
Este 2025 las condiciones atmosféricas, la neutralidad del ENOS y la persistencia de sistemas tropicales podrían alargar el periodo lluvioso en algunas regiones. ¿Cuándo dejará de llover realmente?
Petricor, ese típico olor a lluvia que se ha acentuado estos días en la mayor parte de México, Tláloc y Chaac andan inspirados. Y es que estos meses corresponde la esperada temporada húmeda: alivio para los que sufrían con la sequía, preocupante ahora para los que sufren las inundaciones repentinas.
Según los registros climáticos en México, la temporada de lluvias comienza a finales de mayo y se extiende hasta noviembre. Y en esta época los ciclones y ondas tropicales y el Monzón de Norteamérica (Monzón Mexicano), son los protagonistas.
En la mayor parte del país, las lluvias alcanzan acumulados máximos primero entre mayo y junio, y un segundo pico ocurre de septiembre a octubre. En el verano entre julio y agosto, llega la Canícula: una disminución de las lluvias respecto a los meses anteriores. Pero, ¡OJO!, Canícula no significa que no llueva, solo que llueve menos, y no dura lo mismo todos los años.
Junio es uno de los meses más lluviosos del año y este 2025 ha traído más lluvias de lo habitual por la interacción de ciclones y ondas tropicales, los frentes fríos rezagados, la influencia del Monzón Mexicano y la presencia del Giro Centroamericano. ¿Qué más se espera de esta temporada?
Oscilación del Sur (ENOS)
Según los expertos, se espera un verano típico en México con lluvias y frescor asociado, aunque el calor no cederá completamente el dominio. El fenómeno, El Niño/Oscilación del Sur (ENOS), mantiene las condiciones neutrales, que prevalecerán con un 82 % de probabilidad de junio a agosto, extendiéndose con más de 50 % de probabilidad hasta septiembre-noviembre.
La condición neutral actual del ENOS, establece un delicado equilibrio entre un comportamiento del tiempo y el clima dentro de lo habitual y la posibilidad de eventos extremos localizados. Aunque el panorama general sea cercano a lo normal, podrían registrarse olas de calor intensas en regiones del norte, y en el centro-sur del país durante la canícula.
Al mismo tiempo, podrían ocurrir episodios de lluvias intensas e inundaciones asociadas, en marcado contraste con zonas que enfrenten condiciones más secas. La fase neutra es más impredecible. En condiciones neutrales, son otros factores (ciclones tardíos, ondas tropicales o el comportamiento regional del monzón) los que tienen mayor peso para determinar lluvias tardías.
Otros factores que van a influir
El Monzón mexicano también impondrá lo suyo. Los vientos provenientes del Pacífico y el Atlántico arrastran la humedad oceánica tierra adentro, y convergen en la región monzónica. Estas circulaciones crean ambientes favorables para la convección y la ocurrencia de lluvias intensas, sobre todo en zonas montañosas de la Sierra Madre Occidental.
Esto trae buenas noticias ante las condiciones de sequía en el norte. Las lluvias se favorecen en el noroeste de la República Mexicana gracias a la activación del Monzón en esa región, sobre todo en los meses de julio y agosto.
A la par, la influencia de vaguadas (canales de baja presión), sobre el continente favorecen la inestabilidad atmosférica durante esta época del año y la ocurrencia de tormentas eléctricas en el interior del territorio nacional. Con el predominio de las bajas presiones e inestabilidad, este combo de fenómenos se ajusta por factores locales y orográficos.
Las ondas tropicales harán su parte con cerca del 50 % de la precipitación durante esta temporada sobre el continente americano, de la mano con los ciclones tropicales. Su mayor influencia se da en los estados del sur de México. A mantenerse atentos al desarrollo de posibles perturbaciones tropicales durante esta temporada.
Otro fenómeno que no debe descuidarse es el Giro Centroamericano, un sistema circulatorio que se extiende típicamente sobre América Central y el Caribe. En su seno se originan ciclones tropicales al inicio de la temporada de huracanes.
A él se asocian lluvias entre Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Chiapas, Oaxaca, San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Morelos, Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí, Zacatecas, Jalisco, Durango, Aguascalientes y sierra de Chihuahua y partes de Chiapas.
Escenarios a largo plazo
Para julio y agosto se podría presentar la Canícula, con lluvias por debajo de lo normal. A este período se asocia aumento del calor, aunque los modelos no indican temperaturas elevadas, sino cercanas a lo habitual para el verano en México. Las lluvias ayudan a regular el calor extremo y mantenernos frescos, aunque eventualmente se sentirá el intenso bochorno típico de la época.
De septiembre a octubre, los acumulados de lluvias seguirán en promedio dentro de lo habitual en estados del centro, occidente, sur, oriente, sureste y parte del norte. Este panorama estará asociado a ciclones y ondas tropicales, el último empujón del monzón en septiembre y probablemente la llegada de los primeros frentes fríos.
Este año se espera que las lluvias se despidan lentamente. Octubre se espera aún activo en cuanto a sistemas tropicales, especialmente en el Pacífico sur, Caribe y el Golfo de México. Climatológicamente, se suele notar el fin de temporada de lluvias hacia la segunda quincena de noviembre, con mayor claridad en el altiplano central y norte del país.