De una duradera sequía a inundaciones significativas en el Cuerno de África, debido a la fase de El Niño

El Cuerno de África comienza a reverdecer y a recibir lluvias desde el mes de octubre y se espera que continúen hasta diciembre de este año, dejando atrás la severa sequía que le antecedió.

Después de tres años de sequía extrema, el Cuerno de África recibirá lluvias intensas gracias a la fase ENOS-EL Niño.

Con antelación, los pronósticos han advertido sobre un aumento de las lluvias debido a El Niño esta temporada de lluvias, con un 90 % de posibilidades de que provoque graves inundaciones en el Cuerno de África.

El Centro de Predicción y Aplicaciones Climáticas (ICPAC) de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), acreditado por la Organización Meteorológica Mundial, proporciona servicios climáticos a 11 países de África Oriental, atribuye las condiciones más húmedas de lo habitual en la mayor parte del Cuerno de África gracias al patrón climático El Niño. La región del gran Cuerno de África incluye Burundi, Djibouti, Eritrea, Etiopía, Kenia, Ruanda, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Tanzania y Uganda.

"La devastadora sequía asociada con el episodio de La Niña, que duro tres años, está siendo por lluvias considerables relacionadas al episodio de El Niño, que normalmente significa condiciones más húmedas de lo habitual en África Oriental", dijo Wilfran Moufouma Okia, jefe de meteorología regional servicios de predicción de la OMM.

"Otro fenómeno climático conocido como el Dipolo del Océano Índico se está desarrollando sobre el Océano Índico y puede fortalecer los impactos de El Niño", agregó.

Campesino Africa
En Somalia, donde acaba de comenzar la temporada de siembra, los agricultores apenas se han recuperado de una de las sequías más duras en años y una vez más se enfrentan a otro fenómeno climático sobre el que no tienen control.

Pronóstico de precipitaciones

Es muy probable que el sur de Etiopía, el este de Kenia y el sur de Somalia experimenten precipitaciones más húmedas de lo habitual. En cambio, se han pronosticado condiciones más secas de lo habitual, como en las zonas aisladas del sudoeste de Uganda y el sudoeste de Sudán del Sur.

También se han pronosticado precipitaciones inferiores a la media hasta el final de la temporada en Eritrea, Etiopía central y septentrional, Djibouti, Kenia occidental, zonas importantes de Sudán del Sur y Sudán, y Uganda septentrional.

De octubre a diciembre, la vital temporada de lluvias, especialmente en las partes ecuatoriales del Gran Cuerno de África, aportó entre el 20 y el 70 % del total anual de precipitaciones. Pero, la temporada podría comenzar temprano en algunas partes de la región, donde se prevén precipitaciones elevadas. Se trata del este de Kenia, el sur de Somalia y el este de Tanzania.

Por el contrario, las precipitaciones pueden ser normales o incluso retrasadas en partes del norte de Somalia, el oeste de Kenia, Uganda, el sur de Sudán del Sur, Ruanda, Burundi y el noroeste de Tanzania, según las perspectivas estacionales del ICPAC.

La sequía extrema asociada con el episodio de La Niña, que duró tres años, puede ser reemplazada por un diluvio debido al nuevo episodio de El Niño.

¡La sequía mejora, pero tantas lluvias dan paso a inundaciones destructoras!

Según estimaciones humanitarias, 1,6 millones de personas en Somalia probablemente se verán afectadas por las inundaciones, mientras que 1,5 millones de hectáreas de tierra alrededor de los dos ríos principales –el Juba y el Shabelle– corren un alto riesgo de inundación.

“Es un escenario muy peligroso. A veces mata gente. Tu medio de vida desaparece y tienes que empezar de cero”, dice Abdullahi Hassan, un agricultor de Beledweyne, una ciudad propensa a inundaciones en la región central de Hirshabelle en Somalia. “Vuelves al suelo desnudo”.

Después de experimentar fuertes lluvias en gran parte de la región de marzo a mayo de 2023, el aumento de las precipitaciones de octubre a diciembre de 2023 puede contribuir a las inundaciones, alertó el director del ICPAC, Guleid Artan.

Las fuertes lluvias, después de tres años con una sequía devastadora, parecen ser una bendición, una buena noticia para los agricultores y el sector agrícola. Sin embargo, estas precipitaciones también favorecen también la proliferación de langostas del desierto, que ya ha mostrado incremento a niveles alarmantes en algunas partes de la región.

Por otro lado, también existe una probabilidad muy alta de devastación provocada por condiciones climáticas extremas, como las que ocurrieron en la región durante el último El Niño en 2015-16.

Por ejemplo: El Niño estuvo detrás de las devastadoras lluvias de verano en Etiopía durante mayo de 2016. Ante este antecedente, los gobiernos y las agencias de gestión de desastres deben estar más que preparados para hacer frente a incidentes como deslizamientos de tierra provocados por lluvias torrenciales e inundaciones repentinas, y que tomen todas las medidas necesarias para salvar vidas y medios de sobrevivencia.