Efecto invernadero, calentamiento global y 1.5 °C

En el contexto de la celebración de la COP27 en Egipto se escucharán frases clave como efecto invernadero y calentamiento global, pero qué significan, cómo están relacionados estos fenómenos y por qué preocuparnos por el “pequeño” incremento de temperatura media global de 1.5 °C.

Reducción inmediata de los gases de efecto invernadero.
La apuesta tiene que ser la reducción en la emisión de gases de efecto invernadero para frenar el calentamiento global.

Faltan menos de 24 horas para que inicie la COP27 (Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas) que se celebrará en Sharm el-Sheikh, Egipto, entre el 6 y el 18 de noviembre. Esta cita anual es un encuentro en el que se debaten los alcances y objetivos para frenar el calentamiento global.

En las siguientes dos semanas el efecto invernadero y el calentamiento global serán términos muy citados, pero qué significan, cómo están relacionados estos fenómenos y por qué preocuparnos por el “pequeño” incremento de temperatura global de 1.5 °C.

Primero hay que saber que el efecto invernadero es un proceso natural del planeta que permite que exista una temperatura idónea para sostener la vida tal y como la conocemos. Parte de la energía que llega del Sol es reflejada y una fracción es retenida por la presencia de los gases de efecto invernadero, como el vapor de agua y el dióxido de carbono.

El problema radica en el incremento de este proceso natural por la emisión de más gases de efecto invernadero a partir de las actividades humanas, en consecuencia la Tierra retiene más energía aumentando la temperatura a escala global. En 2021 la temperatura media mundial fue 1.1 °C mayor en comparación al valor del periodo preindustrial que se toma de referencia.

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¿Por qué preocuparnos por el incremento de 1.5 °C de temperatura media global?

Este valor es pequeño en comparación con el cambio diario de la temperatura en el día. En la Ciudad de México puede amanecer con 10 °C y en la tarde alcanzar 25 °C, son 15 °C de diferencia, 10 veces mayor al incremento de 1.5 °C. Hagamos una analogía para dimensionar el problema que enfrentamos como humanidad.

La temperatura corporal de una persona ronda los 36.6 °C, si aumenta 1.5 °C se alcanza 38.1 °C donde muy probablemente se sentirá mal, y si continúa el aumento de temperatura nos aproximamos a valores donde la vida corre peligro. De igual manera el calentamiento global afecta al planeta provocando un reajuste en su frágil equilibrio.

Esta tendencia al calentamiento global por la emisión de gases de efecto invernadero nos deja claras evidencias de los cambios que están ocurriendo en el planeta; un ejemplo es la reducción en las áreas congeladas como los glaciares. Estas masas de hielo constituyen una reserva importante de agua dulce, por lo tanto nos estamos gastando los ahorros de agua que se han acumulado en miles de años.

Por estas razones es importante reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar un calentamiento superior a 1.5 °C. Es preciso destacar que, pese a los esfuerzos que se logren concretar, hay cambios irreversibles, las superficies congeladas continuarán con la tendencia a la reducción y esto contribuirá al incremento del nivel del mar.