Fuerte evento El Niño podríamos tener para invierno, ¿cuales son los efectos que se esperan?

Recientes actualizaciones del fenómeno de El Niño – Oscilación del Sur, indican que una vez que se haya desarrollado puede intensificarse, llegando a ser fuerte a finales de 2023.

Próximos meses con El Niño
El Pacífico ecuatorial se va calentando, llegando El Niño y con el, cambios meteorológicos mundiales.

Este jueves 11 de mayo, el Centro de Predicciones Climáticas mantiene la vigilancia del fenómeno de El Niño, observándose anomalías de +2.7 °C en la región 1+2, entre costas de Ecuador y Perú, mientras que en la región 3.4 pasó de 0 °C a +0.4 °C, aún bajo condiciones neutras. La vigilancia implica que el desarrollo de esta fase cálida puede ocurrir dentro de los siguientes 6 meses y cada vez estamos más cerca de que ocurra.

En el último mes, han continuado desplazándose por debajo de la superficie, aguas cálidas con anomalías superiores a 4 °C desde Indonesia hacia América; sin embargo, los viento en la tropósfera baja aún no se acoplan al 100% de una fase con tendencia a Niño.

No obstante, los modelos estadísticos y dinámicos siguen indicando la rápida transición a este fenómeno entre junio-julio. Poco a poco, la circulación atmosférica cambiará, ocasionando eventos extremos de lluvias, sequías, frío y calor a nivel mundial.

Tendencia climatológica de El Niño a nivel global

En general, en los veranos de El Niño, las temporadas de ciclones en la cuenca del Atlántico (Caribe y Golfo de México) tiende a ser inferior a lo normal, es decir, puede haber menor cantidad de ciclones ocasionando menos precipitaciones en el Caribe, aunque la intensidad puede aún ser fuerte; mientras tanto, en Sudamérica, el invierno austral puede ser menos frío y sobre el centro de Chile se observa mayor cantidad de lluvia, contrastando con la India, Indonesia y Australia donde dominan condiciones secas y más frescas que la climatología.

Es importante recordar, teniendo siempre presente que cada evento de El Niño es único y, aunque existe una climatología de las condiciones atmosféricas que normalmente se presenten en su fase, pueden variar las intensidad y extensiones. Actualmente seguimos en fase neutra y hasta el momento, se ha ido cumpliendo la previsión antes mencionada sobre mayor cantidad de lluvias de abril a mayo como Perú y Ecuador, Medio Oriente y sectores de México.

¿Qué probabilidad se tiene de un evento significativo?

De acuerdo con varios autores, en el trimestre de julio a septiembre, El Niño ya estaría presente con una intensidad moderada (anomalía entre +1 a +1.4°C en la región 3.4) teniendo una probabilidad mayor a 60%, aumentando al 80% a finales de 2023. Pero, es aquí donde los modelos también incrementan la probabilidad al 54% de alcanzar intensidad fuerte (anomalía igual o superior a 1.5 °C) entre noviembre de 2023 a enero de 2024.

Probabilidad de las fases del ENSO
Este verano, El Niño se estaría desarrollando, persistiendo hacia el otoño-invierno del hemisferio norte.

Si bien, faltan varios meses para poder asegurar este escenario, así como sus efectos concretos en territorio mexicano, cada vez existe mayor potencial de que este Niño sea importante, tanto en intensidad como en los eventos meteorológicos que pueda generar. Por mencionar alguno, resaltarían los ciclones en el Pacífico, un invierno frío-húmedo en México y un 2024 con más calor; por supuesto, debemos esperar un poco más.

Eventos meteorológicos promedio para México bajo El Niño

La temporada de huracanes en el Pacífico inicia este lunes 15, y cada vez se observan más calidad sus aguas, siendo probable mayor cantidad de estos sistemas, además de que pueden tener una gran intensidad como Patricia en 2015 y efectos directos como Pauline en 1997.

En contraste, en el Caribe, Golfo de México y Atlántico tropical la cizalladura tiende a incrementarse, resultando en ondas tropicales menos activas, así como reducción en la cantidad de ciclones. Por su parte, la Zona Intertropical de Convergencia se mantiene relativamente lejos del país con temporada de lluvias irregular –periodos secos vs periodos húmedos muy marcados–.

La canícula podría estar más marcada, asociada a calor y sequía, pero con algunos periodos de periodos lluviosos importantes asociado a ondas o ciclones. Por su parte, el norte y noroeste del país tendría calor, pero la intensidad sería menor a lo normal; asimismo, puede haber más periodos lluviosos en dichos meses en la zona sureste y estados del Pacífico.

El invierno podría ser ideal para el "team frío"

Otra situación “interesante” sería el panorama en el otoño-invierno, cuando la corriente en chorro subtropical y polar se desplazan más al sur, transportando gran cantidad de humedad sobre estados del norte, occidente, centro y sureste de México combinándose con frentes fríos o DANAS, resultando en abundantes lluvias y ambiente más frío de lo normal, así como nevadas importantes y extensas.

El segundo jueves de junio, se tendrá una actualización sobre la evolución de este fenómeno, para saber si se mantiene neutro o ya estaría considerado como El Niño.