¿Qué pasaría si las políticas ambientales de Donald Trump provocaran el regreso de la lluvia ácida?
Se trata de una importante advertencia lanzada por un reconocido científico: la política medioambiental seguida por Donald Trump en Estados Unidos podría provocar el regreso de la lluvia ácida, ¡una auténtica plaga! ¿Cómo explicarlo?

Es un flagelo que casi había desaparecido en Estados Unidos: la lluvia ácida podría estar regresando, advierte el científico Gene Likens en un artículo en The Guardian. El hombre de 90 años descubrió este desastre climático en los años 60. Cree que el culpable es conocido: Donald Trump y sus políticas medioambientales. Secuencia de explicaciones.
Las emisiones de algunas centrales eléctricas en cuestión
Bajo la presidencia de Joe Biden, la administración estadounidense exigió una reducción significativa de las emisiones tóxicas de las centrales eléctricas de carbón y petróleo.
Un cambio radical y un paso atrás en la lucha contra la contaminación bajo la nueva administración Trump: estas centrales eléctricas serán autorizadas por correo electrónico para eludir estas normas diseñadas para mejorar la calidad del aire.
Según el investigador Gene Likens, descubridor de la lluvia ácida, esta decisión, sumada a la que flexibiliza las normas destinadas a reducir las emisiones de los coches y camiones, podría provocar un resurgimiento de este flagelo medioambiental que azota desde hace tiempo a Estados Unidos. En una inquietante coincidencia, el trabajo de este investigador acaba de ver recortada su financiación.
Il y a 50 ans, les pluies acides (émissions de SO2) constituait l'un des problèmes n°1 de pollution de l'air. Elles ont aujourd'hui pratiquement disparu grâce à des réglementations drastiques. Cela est considéré comme l'un des plus grands succès environnemental du 20e siècle. pic.twitter.com/Jfin8vCZcP
— Emmanuel Ruimy (@EmmanuelRuimy) December 29, 2022
En la década de 1960, Gene Likens descubrió cómo el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno, compuestos emitidos por las centrales eléctricas de carbón en el Medio Oeste estadounidense, eran transportados por el viento a la parte oriental del continente y luego reaccionaban con el aire para formar ácidos sulfúrico y nítrico, que luego volvían a caer en forma de gotas de lluvia.
A modo de recordatorio, en la década de 1980, la precipitación promedio en los Estados Unidos era diez veces más ácida de lo normal. El impacto sobre el medio ambiente fue devastador: los lagos y los ríos se volvieron demasiado ácidos para los peces y los anfibios, los suelos perdieron sus nutrientes y las lluvias causaron cicatrices y daños irreversibles en plantas, árboles y edificios.
¿Ríos en peligro?
Fue el presidente republicano George H.W. Bush, quien actualizó la Ley de Aire Limpio de Estados Unidos a principios de la década de 1990 para reducir la contaminación de las centrales eléctricas. El resultado fue dramático: desde que alcanzaron su punto máximo en la década de 1970, los niveles de acidez han caído un 85 por ciento en la región altamente contaminada de las Montañas Blancas de New Hampshire.
Trump's EPA has told power plants to email and ask if they could be exempt from Clean Air Act regulations on toxic chemicals like mercury and arsenic. pic.twitter.com/7QDHRE7omI
— FactPost (@factpostnews) March 28, 2025
Sin embargo, es importante poner las cosas en perspectiva: la decisión de Donald Trump no provocará inmediatamente lluvia ácida, porque el gas, más que el carbón o el petróleo, seguramente se beneficiará de la relajación de las regulaciones. Sin embargo, las primeras consecuencias podrían ser visibles dentro de "varios años", según el investigador.
Estados Unidos podría así volver a un mundo anterior a 1970, en el que la contaminación volvería a ser muy visible y el aire irrespirable. La consecuencia más dramática serían los ríos, que podrían literalmente “arder” debido a los derrames de petróleo, diezmando así la biodiversidad. Pero el mundo mira hacia otro lado...
Referencias de la noticia:
The Guardian. US could see return of acid rain due to Trump's rollbacks, says scientist who discovered it.