Fred Espenak, “Mr. Eclipse”: el legado imborrable del hombre que iluminó las sombras

Astrónomo, divulgador y fotógrafo, dedicó toda su vida a los eclipses. Falleció el 1 de junio, dejando una huella duradera e imborrable en la ciencia observacional y en la humanidad.

Fred "Mr. Eclipse" Espenak (1953-2025). Crédito: Astrofísicos en Acción.

Fred Espenak, astrofísico estadounidense conocido mundialmente como “Mr. Eclipse”, falleció el 1 de junio de 2025 en Arizona. Su vida se definió por la búsqueda apasionada de los momentos más efímeros y extraordinarios del cielo pues a lo largo de 55 años, presenció 52 eclipses, de los cuales 31 fueron totales.

Desde joven, Espenak se fascinó por los fenómenos astronómicos, siendo su primer eclipse total de Sol en 1970 el que marcó un antes y un después en su carrera. Con el tiempo, se convirtió en referente mundial, transformando la forma en que científicos y aficionados planificaban y comprendían estos eventos cósmicos.

Trabajó durante décadas en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, donde se especializó en espectroscopía infrarroja para estudiar atmósferas planetarias, sin embargo, su mayor legado surgió de la predicción y documentación precisa de eclipses, tarea en la que se convirtió en pionero absoluto.

Apasionado por la divulgación, publicó boletines, mapas y guías que, con su combinación de rigor científico y entusiasmo contagioso le ganó admiración global, acercando los eclipses al público general hizo de cada uno de estos fascinantes fenómenos astronómicos una oportunidad para educar, inspirar y unir a comunidades enteras bajo el cielo.

Fred Espenak. Crédito: NASA Goddard Space Flight Center

El arquitecto del canon de los eclipses

Una de sus mayores contribuciones fue el Five Millennium Canon of Solar and Lunar Eclipses. Esta obra monumental, elaborada junto a Jean Meeus, abarca todos los eclipses solares y lunares desde el año 2000 a.C. hasta el año 3000 d.C., organizados en series con precisión milimétrica.

El canon incluye datos de visibilidad global, duración, magnitud y tipo de cada eclipse. Espenak también tuvo en cuenta las variaciones en la rotación terrestre (ΔT), un factor clave para determinar la ubicación geográfica exacta de eclipses pasados y futuros siendo, sin duda, una referencia sin precedentes en la historia astronómica.

En el corazón de su trabajo estaba el ciclo de Saros, una repetición de eclipses cada 18 años y 11 días. Fred lo utilizó para conectar eventos a través del tiempo, facilitando la predicción de eclipses similares mostrando su comprensión profunda de esta periodicidad lo que le permitió trazar mapas de eclipses con gran exactitud.

Estas publicaciones no sólo revolucionaron el trabajo de astrónomos profesionales, también empoderaron a miles de aficionados, fotógrafos y maestros que, gracias a Espenak, pudieron seguir con confianza el camino de la sombra lunar o la plenitud de la umbra terrestre en cada eclipse.

Ciencia, arte y divulgación

Fred no sólo calculaba eclipses, también los fotografiaba de forma sublime, como astrofotógrafo, capturó impresionantes imágenes del Sol eclipsado, las perlas de Baily y la corona solar, incluso una de sus fotos fue usada en 2017 en un sello postal de Estados Unidos, honor reservado para quienes dejan huella visual en la ciencia.

Publicó más de 30 obras científicas y divulgativas entre las que destaca el libro Totality, una guía indispensable para entender los eclipses solares, sus riesgos y su belleza: un texto, escrito con claridad y pasión que se convirtió en manual de cabecera para generaciones de observadores del cielo.

Timbre postal conmemorativo del eclipse total de Sol de 2017. Crédito: USPS.

Tras su jubilación en 2009, fundó su propio observatorio en Portal, Arizona, desde donde continuó documentando eclipses, generando contenido educativo y ayudando a planificar expediciones. Su página web, EclipseWise, se convirtió en fuente esencial para astrónomos y medios de comunicación alrededor del mundo.

Cada eclipse que presenció fue compartido con el mundo a través de fotos, mapas y narraciones. Fred enseñó que los eclipses no son sólo fenómenos físicos, sino experiencias emocionales, podemos afirmar, desde esta redacción, que su legado está tejido en cada mirada que se alza al cielo con asombro y expectativa.

El eclipse de una era

La partida de Fred Espenak marca el fin de una era dorada en la astronomía observacional y como todo eclipse, su influencia no desaparece: sólo se transforma. Su legado continúa brillando en sus libros, mapas, fotos y en las generaciones a las que nos inspiró a mirar al cielo con asombro y curiosidad.

Miles de astrónomos, educadores y curiosos seguiremos usando su trabajo para predecir y comprender los eclipses del futuro y estamos seguros que, incluso aquellos que no conocen su nombre, seguirán su sombra en los caminos que dejó trazados pues su ciencia se convirtió en patrimonio de la humanidad.

Fred no era sólo un experto en eclipses: era un puente entre la ciencia y la emoción, hizo del cielo un lugar accesible, del eclipse un espectáculo compartido, y de la astronomía, una celebración colectiva, su voz resuena aún en cada aplauso, en cada lágrima, en cada expresión de asombro cuando el Sol se oculta por completo.

Gracias, Fred Espenak, por enseñarnos a mirar al cielo con asombro y por guiarnos con precisión, pasión y humildad, que tu viaje por el universo continúe tan luminoso como la corona solar que tantas veces observaste. Descansa en paz, “Mr. Eclipse”.