El valor del encuentro: cómo las relaciones sociales se relacionan con la mortalidad

Un nuevo estudio revela que la falta de conexiones sociales puede tener un impacto significativo en la salud y aumentar el riesgo de muerte prematura.

amigos
Frecuentar amigos y familiares reduce el riesgo de muerte prematura.

Una vida social activa y rodeada de afectos hace bien a la salud, y cada vez más investigaciones aportan evidencia que respalda esta idea.

Ahora, un estudio de la Universidad de Glasgow, en Escocia, sostiene que las personas que no socializan con amigos o familiares tienen un mayor riesgo de morir prematuramente.

El estudio se basó en más de 458,000 participantes de entre 40 y 69 años, y datos completos del Biobanco del Reino Unido vinculados a los registros de mortalidad.

Los investigadores se enfocaron en dimensiones funcionales y estructurales. Por un lado, indagaron en la sensación de soledad, definida como la posibilidad de recurrir asiduamente a vínculos de confianza; y la frecuencia con la que los participantes decían sentirse solos.

Y, por otro lado, el aislamiento social, caracterizado en función de las interacciones sociales objetivas, incluyendo visitas de amigos o familiares, la participación en actividades grupales y el hecho de vivir solo o acompañado.

Según indicaron los resultados, experimentar cualquier forma de conexión social deficiente se asocia con un mayor riesgo de mortalidad por cualquier causa y, en particular, por enfermedades cardiovasculares. El riesgo de muerte prematura para quienes vivían solos y no recibían visitas diarias fue un 39% mayor.

Además, participar en actividades con grupos de personas que no eran seres queridos no ayudó a reducir este riesgo, lo que apunta a que los vínculos con amigos o familiares pueden ser más valiosos que aquellos con personas apenas conocidas.

El riesgo disminuyó significativamente para aquellos que interactuaban con sus seres queridos al menos una vez al mes. Estas conexiones cercanas no sólo brindan apoyo emocional, sino que también pueden representar cambios sutiles en la salud y el bienestar.

La salud y las conexiones sociales

La desconexión social se ha vinculado antes con problemas de salud, como deficiencias en el sistema inmunológico, enfermedades cardiovasculares y deterioro neurológico. También puede actuar como un factor de estrés que afecta negativamente al organismo.

En este estudio, que se publicó en la revista BMC Medicine, las personas con mayor desconexión social mostraron índices de masa corporal más altos y hábitos poco saludables, como fumar y beber en exceso.

Sin embargo, los autores señalan que estos factores podrían contribuir a la soledad en lugar de ser el resultado de ella. Jason Gill, uno de los autores del estudio, señaló que un enfoque único puede no ser suficiente para abordar la soledad y sugirió una combinación de intervenciones para abordar múltiples aspectos del aislamiento social.

El estudio no abordó la calidad de las relaciones, lo que podría explicar por qué compartir un hogar con alguien no siempre contrarresta los efectos negativos de la soledad o el aislamiento. Tampoco se indagó en el efecto de los animales domésticos, pero investigaciones previas ya han demostrado que tener una mascota puede ser favorable para quienes viven solos.