¡Hablemos sobre sensibilidad de algunas personas ante cambios bruscos en el estado del tiempo!

La salud es y será afectada a través de impactos ambientales directos como olas de calor, sequías, tormentas fuertes y aumento del nivel del mar.

Sensibilidad que algunas personas tienen a los cambios climáticos que suceden en su entorno.
Sensibilidad que algunas personas tienen a los cambios bruscos en la atmósfera que suceden en su entorno.

¿Habías escuchado alguna vez el término de “meteorosensible”? Se refiere a la sensibilidad que algunas personas presentan durante cambios bruscos en el estado del tiempo.

Por ejemplo, cuando hay mucho sol ¿te duele la cabeza o te sientes de malas, irritable y hasta agresivo? o cuando está el clima húmedo que amenaza lluvia ¿te duele la rodilla o las articulaciones? cuando está nublado por varios días ¿te llegas a sentir deprimido, triste, sin ganas de hacer nada? podría ser de las personas sensibles a los cambios en el estado del tiempo, que ya está reconocido por la Organización Panamericana de la Salud.

Po otra parte, tenemos los efectos asociados al cambio climático siendo una clara intensificación en fenómenos hidrometeorológicos o bien variaciones en el clima localizado, estas condiciones a su vez influyen en la en la salud mental siguen siendo en gran medida inexplorados en comparación con los impactos en la salud física.

Un caso muy preocupante para médicos especialistas, es la creciente exposición de la población a las olas de calor, inundaciones o a los incendios forestales, ya que los casos de traumas psicológicos derivados de cualquier forma de desastre relacionado con el clima pueden ser 40 veces mayores que los de lesiones físicas.


Las altas temperaturas y la humedad se han relacionado con un aumento de los síntomas en personas con depresión, trastorno de ansiedad generalizada y trastorno bipolar. Algunas investigaciones en países de Europa han descubierto que por cada aumento de 1 grado centígrado en la temperatura, las muertes relacionadas con la salud mental aumentan en 2.2 por ciento.

Por esta razón, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha publicado en varias ocasiones informes y llamados a las Naciones para enfrentar este fenómeno.

Por ejemplo, con el calor este fenómeno es muy evidente, este provoca síntomas de ansiedad si no nos hidratamos bien. Si permanecemos en la sombra y nos protegemos entonces queda en eso, en una incomodidad, en un malestar de diferentes partes del cuerpo y pensamiento.

Si continúa, entonces, se va a elevar una irritabilidad significativa que nos puede llevar a tolerar poco la frustración o lo que conocemos como baja tolerancia a la frustración, explicó el consejero del Instituto Jalisciense de Salud Mental, Julio Villegas.

Sin embargo, si alguien ya sufre de algún problema de salud mental como ansiedad, un problema psicosocial como estrés o específico como la depresión, los síntomas provocados por el calor se van a incrementar. Y en temporada de lluvias en algunas regiones donde por ejemplo sufren inundaciones, viven en constante estado de alerta lo que deteriora su calidad de vida.

Cambio climático cada vez causa más destrucción en las ciudades
Cambio climático cada vez causa más destrucción en las ciudades

Condiciones meteorológicas impactan directamente en la salud mental

Especialistas advierten que ya se ha comprobado en diferentes regiones del mundo y lo tienen medido como uno de los efectos directos en el área de la salud, por ejemplo, según la OPS, en Australia. “Una ola de calor aumenta las consultas por demencias, desórdenes afectivos en donde entraría la depresión, el estrés y la mortalidad de usuarios que consumían drogas, personas con demencias y otros trastornos tipo de esquizofrenia”.

Además de los problemas en la salud mental y anímico de la población que causan las estaciones, también las personas se ven afectadas por vientos destructivos y fuertes lluvias originadas por huracanes y estas cada vez más se están incrementando. Los huracanes causan la destrucción y el colapso de la infraestructura, con efectos adversos para la salud en forma de lesiones, traumas y ahogamientos.

Los daños a las viviendas provocadas por las inundaciones, huracanes, depresiones tropicales desencadenan una pérdida de servicios básicos como agua y electricidad y el desplazamiento de la población a refugios, situación que puede prolongarse por un largo período de tiempo.

También tienen un impacto en la salud mental de la población afectada y un gran efecto en los servicios de salud, provocando un mayor riesgo de enfermedades transmitidas por vectores por mencionar algunos como los mosquitos que transmiten el dengue, zika, fiebre amarilla, chikungunya, entre otras, además de las enfermedades que provocan el agua contaminada como enfermedades gastrointestinales tan graves como el cólera.