Los descubrimientos astronómicos de Galileo Galilei que cambiaron el mundo
Galileo Galilei, un gran científico y pensador, gracias en parte a sus numerosos descubrimientos en astronomía y otros campos, es considerado el artífice de una revolución en el método de investigación científica, marcando el inicio de la ciencia moderna.

Galileo Galilei, quien vivió entre los siglos XVI y XVII, puede considerarse el padre de la ciencia moderna y una figura clave en la llamada "revolución científica.
Fue un período de transformaciones trascendentales que comenzó con la publicación del tratado de Nicolás Copérnico, De revolutionibus orbium coelestium ("Sobre las revoluciones de las esferas celestes"), y concluyó con Philosophiae Naturalis Principia Mathematica ("Principios matemáticos de la filosofía natural) de Isaac Newton.
Fue una figura ecléctica con numerosos intereses en física, astronomía, filosofía y matemáticas, y también fue escritor. Sus cinco publicaciones más importantes fueron el Sidereus Nuncius (1610), el Ensayador (1623), el Diálogo sobre los dos principales sistemas del mundo (1632), las Cartas Copernicanas (1613-1615) y los Discursos y demostraciones matemáticas sobre dos nuevas ciencias (1638).
Descubrimientos astronómicos de Galileo
Las observaciones astronómicas de Galileo con el telescopio, a las que contribuyó significativamente, llevaron al descubrimiento de los cuatro satélites más grandes de Júpiter: Ío, Europa, Ganimedes y Calisto.
Descubrió que la superficie de la Luna presenta cráteres, montañas y depresiones, y que la superficie del Sol presenta manchas que se mueven y evolucionan.
Descubrió las fases de Venus (como la Luna, Venus también tiene fases) que sólo podían explicarse mediante el modelo heliocéntrico; descubrió que la Vía Láctea, que a simple vista parece una estela lechosa, estaba compuesta por miríadas de estrellas.

Observó la forma no esférica de Saturno, pero no pudo identificar sus anillos como la causa.
Descubrimientos no astronómicos
Descubrió la isocronía del péndulo, lo que significa que el período de oscilación permanece constante incluso si las oscilaciones tienen diferentes amplitudes. Descubrió que los cuerpos (pesados) en caída libre experimentan la misma aceleración independientemente de su masa (en ausencia de fricción); formuló una versión temprana de la ley de la inercia; describió el movimiento parabólico; y formuló el principio de relatividad galileano.
Su contribución más importante, sin embargo, fue el desarrollo del "método científico", que aún se utiliza en la actualidad. No en vano se le considera el padre de la ciencia moderna.
En resumen, diríamos que este método consiste en observar un fenómeno natural, formular hipótesis sobre su causa y, posteriormente, mediante experimentos (repetibles y medibles por otros), verificar la exactitud de dichas hipótesis. Si las hipótesis, o algunas de ellas, no se verifican, se formulan nuevas (mediante ensayo y error) hasta encontrar la correcta.
Galileo y la Retractación Impuesta por el Santo Oficio
Con sus observaciones astronómicas, Galileo demostró empíricamente la exactitud del "modelo heliocéntrico" formulado por Copérnico, que situaba al Sol, no a la Tierra, en el centro del cosmos.
En consecuencia, demostró las deficiencias del modelo geocéntrico. Además, con sus observaciones, mostró que los cuerpos celestes eran cualquier cosa menos esferas perfectas y lisas (el Sol con manchas; la Luna con cráteres; etc.).

Esto le costó una condena de la Iglesia. Podía elegir entre la pena de muerte o la abjuración, es decir, una negación por escrito de la teoría heliocéntrica. Abjuró y, a pesar de todo, sufrió una pena de prisión, que posteriormente fue conmutada por arresto domiciliario (en su residencia de Arcetri).
¿Qué tenía de malo la teoría heliocéntrica según la Iglesia?
La Iglesia apoyó la teoría geocéntrica formulada por Aristóteles y perfeccionada por Ptolomeo porque era coherente con una interpretación literal de las Sagradas Escrituras, que describían la Tierra como estacionaria y el Sol como móvil, y porque esta visión otorgaba al hombre una posición central y privilegiada en el universo creado por Dios.
Ante la disyuntiva entre la pena de muerte y la abjuración, Galileo optó por abjurar y, por lo tanto, renunciar a lo que había descubierto y escrito sobre la corrección del sistema heliocéntrico.
La decisión de Galileo de abjurar siempre ha provocado opiniones contradictorias. Quizás nadie articuló mejor estas diferentes perspectivas que el dramaturgo y poeta Bertol Brecht en su obra "La vida de Galileo". Si bien, por un lado, el enfoque de Galileo puede considerarse una astuta decisión que garantizó la continuidad de su investigación (que, de hecho, fue muy fructífera en los años posteriores), por otro, fue un ejemplo de cómo la ciencia se somete o se somete al poder.
Galileo y el mecenazgo
¿Quién apoyó y garantizó los recursos financieros de Galileo para su investigación?
Desde la antigüedad, ha habido personas (ricas, influyentes, con visión de futuro, etc.), que se han preocupado especialmente por apoyar las artes y la cultura, los llamados "mecenas", para asegurar su crecimiento y difusión.
Han protegido a figuras brillantes, como Galileo en nuestro caso, financiando su trabajo y asegurando una cómoda vida. Si en el pasado eran solo individuos, hoy también son fundaciones y empresas.
Galileo también tuvo sus mecenas, que financiaron su investigación. Fueron los Medici, en las personas de Cosme II y Fernando II, quienes garantizaron el apoyo tanto a sus publicaciones como a sus investigaciones, a pesar de los problemas con la Iglesia mencionados anteriormente.