Nubes menos densas se vuelven más frecuentes en áreas deforestadas de bosque

Cada año se extienden áreas de bosque talado, como en China que en 2022, perdió 471 mil hectáreas de bosque natural, equivalente a 206 toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono.

Bosque y nubes, atardecer
La tala de árboles es una de las peores actividades antropogénica existentes pues contribuye nocivamente al ciclo hidrológico.

Una investigación que analiza dos décadas de datos satelitales muestran que la deforestación en el sudeste asiático ha dado lugar a nubes bajas generalizadas que podrían afectar el clima regional.

Las imágenes de satélite revelan que las zonas deforestadas en el sudeste asiático, como esta región de la Cordillera Central de Filipinas, crean nubes menos profundas y densas en lo alto.

Las nubes son como el sistema de calefacción y ventilación de la Tierra, ya que enfrían o calientan nuestro entorno ambiental. La energía y el agua que fluyen hacia la atmósfera dictan la ubicación y la densidad de las nubes, y las perturbaciones importantes de ese flujo, como la deforestación, pueden alterar el contenido de humedad en un grado sorprendente, según ha demostrado una nueva investigación.

Al analizar dos décadas de registros satelitales que monitorean las nubes en el sudeste asiático, los investigadores encontraron que los paisajes despojados de sus árboles están cubiertos por nubes poco profundas o bajas con más frecuencia que las áreas con bosques sanos.

Nubes de montaña
Estudios futuros pueden investigar el espesor y el contenido de agua de estas nubes para comprender su influencia sobre la lluvia.

Alrededor del 16 % de la cubierta forestal ha desaparecido de la región desde 2000, principalmente debido a la urbanización y al dramático aumento de las plantaciones de palma aceitera. Analizar el impacto de la cobertura de la superficie terrestre sobre las nubes es complicado, dijo la científica atmosférica Gabrielle Leung de la Universidad Estatal de Colorado.

Estudios anteriores basados en modelos informáticos arrojaron resultados contradictorios. Algunos sugirieron que una menor cobertura forestal conduce a menos nubes, mientras que otros sugieren lo contrario.

Debido a que la deforestación está tan extendida, estos resultados podrían afectar las proyecciones climáticas globales. "El Sudeste Asiático juega un papel realmente importante en las circulaciones atmosféricas globales", dijo Leung. "Gran parte de ese control se debe a las nubes que se forman en los trópicos".

“Incluso a lo largo de mi vida, pude ver que hubo muchos cambios en las montañas donde crecí”, dijo Leung, quien es de Filipinas. "Ver esos cambios realmente me hizo querer estudiar más sobre cómo impactan el ecosistema y el sistema climático".

Monitoreando las nubes desde el espacio

Leung y sus colegas analizaron los datos recopilados entre 2001 y 2020 mediante los instrumentos del espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS) conectados a los satélites Aqua y Terra de la NASA.

Los instrumentos orbitan a 705 kilómetros sobre la Tierra y pasan sobre las mismas zonas de bosques tropicales cada 16 días. Utilizando esta información, el equipo calculó las alturas de las nubes y la extensión de su cobertura terrestre.

Al superponer los datos MODIS a imágenes satelitales de bosques en el sudeste asiático, los investigadores pudieron observar cómo las nubes en toda la región cambian a medida que desaparecen parches de bosque.

Nubes menos densas
Nubes mas transparentes aparecen con mayor frecuencia sobre bosques deforestados.

Mantos de nubes sobre tierras áridas

El análisis del equipo reveló que las nubes que cubren áreas deforestadas están hasta 100 metros más cerca del suelo que las nubes sobre áreas boscosas. "Esa es una señal bastante importante", dijo Leung. Durante el día, el Sol calienta estos terrenos desnudos tan rápidamente que atraen vapor de agua tierra adentro desde el océano, formando un sombrío y bajo manto.

Realmente está mostrando un cambio en los patrones de las nubes

También descubrieron que los impactos de la deforestación en las nubes no eran los mismos en todas partes, incluso en el sudeste asiático. Por ejemplo, la respuesta de las nubes fue mucho más pronunciada en los valles interiores secos que en las regiones costeras, porque las áreas más secas atraen más humedad.

En otras partes del mundo, la deforestación coincide con un aumento de los aerosoles atmosféricos, en su mayoría partículas de hollín provenientes del humo de los incendios forestales. La distribución de las nubes en esas regiones es similar a la de las zonas con bajos niveles de aerosoles, pero tiende a ser menos superficial.