Polvo del Sáhara se dirige al Caribe y Golfo de México

Durante los meses de verano es frecuentes la llegada de incursiones de ‘polvo del Sáhara', que recorren el Océano Atlántico. Normalmente en el proceso de distribución, pueden inhibir la formación de ciclones tropicales y disminuir las precipitaciones.

Calima en el Caribe
El SAL tiene propiedades únicas de calor, aire seco y vientos fuertes que pueden actuar para suprimir la formación e intensificación de huracanes.

Durante esta semana se registra la llegada de una densa columna de aire seco y polvoriento que viaja en dirección oeste desde el desierto del Sahara en África, está cubrirá las Antillas, el Mar Caribe y el Golfo de México. Conocida como Capa de Aire Sahariano (SAL, por sus siglas en inglés), puede incluso alcanzar y cubrir superficies en Centroamérica, Norteamérica y Sudamérica.

El aire seco y los fuertes vientos de la Capa de Aire del Sáhara, pueden ayudar a inhibir el desarrollo y/o la intensificación de los ciclones tropicales, por lo menos temporalmente. También puede ayudar a suprimir la presencia de precipitaciones. Debido a que el polvo cubre la atmósfera inferior, esto limita el crecimiento de nubosidad convectiva.

Por otra parte, el arribo de este polvo trae consigo vistas únicas de atardeceres y amaneceres, haciéndolos más coloridos y vibrantes. También este suele ser benigno para algunos entornos naturales y, en general, no es motivo de preocupación. De hecho, el SAL tiene algunas propiedades beneficiosas, especialmente durante los primeros meses de la temporada de huracanes.

En su trayectoria puede cubrir los países localizados en las Antillas (Puerto Rico, Cuba, Haití, Jamaica, República Dominica, Barbados, Bahamas, etc.), la costa este de Estados Unidos, México, Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Venezuela, Guayana, Surinam e incluso el norte de la Selva Amazónica en Brasil. Pero, una vez que este polvo suele disiparse, se vuelve a los temporales lluviosos de cada región.

Personas vulnerables al SAL

Aunque el ‘polvo sahariano’ no es un alérgeno, puede causar irritación en la vías respiratorias. Especialmente con altas concentraciones de este en la atmósfera, el aire que respiramos puede contaminarse, disminuyendo su calidad, por ende se magnifican los problemas respiratorios en las personas que suelen ser más sensibles al aire contaminado.

Parte de la sintomatología más común que puede originar es la tos y picazón en los ojos, muy parecido a lo que se experimenta cuando se encuentran con densas concentraciones de polen o humo.