Ante los viajes espaciales cada vez más largos y frecuentes, se busca la receta de comida ideal para los astronautas
Actualmente los astronautas pasan mucho tiempo en el espacio en estaciones espaciales que reciben periódicamente alimentos, pero en vista de misiones con viajes largos surge la necesidad de diseñar recetas que sean sostenibles en el espacio y nutritivas para ellos.
Los astronautas pasan ahora largas temporadas en el espacio, en órbita en diversas estaciones espaciales. Actualmente el récord de permanencia en una sola misión lo ostenta el astronauta estadounidense, Frank Rubio, de origen salvadoreño quien pasó más de un año a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en ingles), permaneciendo en el espacio precisamente 370 días. 21 horas y 22 minutos.
Entre las 50 personas de todas las nacionalidades que más tiempo han pasado en el espacio también está el italiano Luca Parmitano con una estancia de poco más de un año en el espacio, pero en su caso sumando los tiempos de dos misiones diferentes.
Las misiones de exploración espacial durarán años
Sin embargo, una cosa es la parada en órbita alrededor de nuestro planeta, donde es posible enviar suministros y alimentos periódicamente, otra son las misiones de exploración espacial, en las que los astronautas realizan viajes reales donde, en cambio, es imposible enviar paquetes con alimentos y, por lo tanto, se vuelve esencial encontrar una manera de producirlo de forma autónoma en el espacio.
Es por ello que un grupo de investigación internacional publicó recientemente la receta de la comida espacial óptima. Un estudio fue publicado en Acs Food Science & Technology, una importante revista de la Sociedad Química Estadounidense.
Según los investigadores, el plato ideal para consumir en el espacio es una rica ensalada vegetariana compuesta por ingredientes frescos, que se pueden cultivar en el espacio y que satisfacen las necesidades nutricionales específicas de los astronautas varones.
En general, todos los seres humanos, tanto hombres como mujeres, consumimos más calorías en el espacio que en la Tierra y además necesitamos algunos micronutrientes extra fundamentales para mantenernos sanos incluso en condiciones prolongadas de microgravedad, como el calcio.
Sin embargo, las naves espaciales y las colonias espaciales no cuentan con espacios y recursos infinitos, por lo que es necesario que todos los cultivos sean sostenibles y circulares.
El ojo también quiere su parte
Sin embargo, no se debe pasar por alto el aspecto psicológico de la comida, especialmente cuando los astronautas tendrán que viajar durante largos períodos, incluso durante años, comiendo la misma comida todos los días. Por eso, además de nutritivo, debe ser sabroso, bonito y tener cierta consistencia.
Para encontrar el plato ideal, los investigadores utilizaron el método de programación lineal, utilizando un modelo que analizaba varias combinaciones de alimentos, obteniendo su capacidad para satisfacer las necesidades nutricionales diarias, obviamente también tomando en consideración qué combinación requería la mínima cantidad de agua, de reducida tiempos de crecimiento, con pocos residuos no comestibles y como máximo reciclables.
Al final, de los diez platos propuestos, el más completo y económico fue una comida vegetariana compuesta por soja, semillas de amapola, cebada, col rizada, maní, boniato y pipas de girasol.
Sin embargo, en realidad ni siquiera esta combinación estaba completa al 100%, por lo que los micronutrientes faltantes pudieron suministrarse a los astronautas a través de suplementos.
Este mismo método de investigación pronto se utilizará para encontrar el plato óptimo para que los astronautas también lo consuman en el espacio. Por el momento, sin embargo, la ensalada espacial ha sido probada por cuatro probadores en la Tierra, quienes la apreciaron desde el punto de vista del sabor y la consistencia.