El secreto del "vidrio de volcán" que era más filoso que el acero y que fue el arma definitiva de los aztecas
Gracias al desarrollo de esta rústica arma el Imperio Mexica tuvo un importante desarrollo. Esta joya de origen volcánico se transforma en objetos de culto, instrumentos y adornos.

Conocido bajo el nombre de vidrio volcánico, la formación de esta roca ígnea sucede con el ultra rápido enfriamiento de la lava volcánica. Debido a este acelerado proceso, no permite que se formen cristales como los observados en minerales como el cristal de roca.
Se trata de la obsidiana, la cual presenta una característica conocida por los expertos como “fractura concoidea”: propiedad mediante la cual se quiebra en pedazos con esquinas afiladas. Se recomienda tener un manejo cuidadoso, pues tiene esquinas muy afiladas que pueden provocar heridas.
Esta roca ígnea esta compuesta en un 70 por cierto de dióxido de silicio. Ha tenido una importante presencia, desde la antigüedad en numerosas culturas desde diferentes aspectos: espiritual, económico y funcional. Con este elemento, se fabrican objetos afilados como cuchillos o puntas de flecha.

Se dice que en su tiempo, los sacerdotes aztecas utilizaban en sus rituales espejos de obsidiana para obtener visiones. Mediante los estudios y excavaciones que se han realizado, se encontraron importantes yacimientos que fueron controlados y aprovechados por sus habitantes.
Uno de los principales yacimientos
Dentro de los principales yacimientos que se encuentran en nuestro país y quizá el de mayor importancia, es el que se localiza en la Sierra de Navajas, cerca de la ciudad de Pachuca, en el estado de Hidalgo. Es precisamente de este importante yacimiento que se extrae la reconocida obsidiana verde.
Se cree que el control que su momento tuvo Teotihuacán sobre los yacimientos de obsidiana, le permitió a su población exportarlo a diversas regiones. Se han estudiado las diversas rutas que utilizaban, pues llegaban a lugares tan distantes como la Región Maya.
Técnicas rústicas para su obtención
La Sierra de Navajas ha sido el lugar en donde se han realizado diversos estudios para conocer el proceso de extracción de esta materia prima. Ahí se identificaron una serie de chimeneas o torres excavadas; por medio de ellas, los artesanos descendían para cavar túneles horizontales.

En ellos se obtenían los bloques de obsidiana. Mediante un proceso de selección se transportaban a la ciudad. Posteriormente, en los talleres – que se lograron contabilizar alrededor de 400 en la urbe -, se realizaban los trabajos artesanales de transformación.
Manos expertas responsables de transformar la materia prima
Los expertos artesanos eran los responsables de trabajar y transformar estas especiales rocas. El trabajo requería un amplio conocimiento del material y de las técnicas, como: percusión, desgaste y otras. Por su relevancia, este conocimiento fue transmitido de generación en generación.
Entre los objetos que más se fabricaban fueron las lanzas, las puntas de dardos, navajas prismáticas, orejeras, máscaras y otros adornos. Llama la atención la existencia de algunos objetos excéntricos de formas no definidas, pero de gran belleza.
Teotihuacán: territorio de gran relevancia
Entre las piezas que se han estudiado en la zona de Teotihuacán, llaman mucho la atención también pequeñas hoces. Se considera que estas sirvieron en su tiempo para desgranar, raspar y pulir. Se encontraron también pequeños perforadores y hasta figurillas humanas.
La existencia de grandes yacimientos de obsidiana, permitieron a Teotihuacán ser una región de gran importancia. Por las excavaciones y estudios realizados, se considera que en cualquier sitio en donde se excave seguramente se podrán encontrar figuras de obsidiana.
Tallado de piedras para espadas y navajas
Los Aztecas dominaron con firmeza el territorio que ocupa actualmente la Ciudad de México, hasta la llegada de los españoles a inicios del siglo XVI. Al arribo de los conquistadores, encontraron una sociedad fuertemente jerarquizada y militarizada.
Este imperio sometió a Mesoamérica gracias a sus armas, hechas de madera y obsidiana. La expedición de Hernán Cortés explicaba con asombro cómo los aztecas tallaban sus piedras para fabricar espadas y navajas, considerándolo como algo “maravilloso”.
Variedades diversas
Estas rocas de obsidiana, eran obras de arte hechas navajas que “coronaban” las lanzas mexicas y causaban mucho daño a sus oponentes, además de los múltiples sacrificios que realizaban cada año. En el mercado se pueden encontrar diversas variedades.
Existe la obsidiana negra, considerada como la más fácil de encontrar: destaca por su color y brillo. La dorada y plateada se caracteriza por tener pequeñas burbujas de gas, atrapadas en el material. Existen numerosos tipos, clasificados por su aspecto y material incrustado.