La Luna está distanciándose de la Tierra, ¿cuáles son las consecuencias?

Confirmado, la Luna se está alejando de la Tierra pero, ¿hasta el punto de escaparse de su órbita? Científicos investigan las posibles causas de este evento a través de nuestro pasado geológico y otros métodos. Te contamos como afectaría esto al planeta Tierra.

Satélite natural
En los últimos 2,500 millones de años, nuestro satélite natural se ha alejado lentamente de la Tierra.

Si creías que la Luna giraba alrededor de la Tierra sin alterar su traslación y que seguiría así durante los próximos milenios, hoy aprenderás que en realidad esto es incierto.

Nuestro satélite natural se está alejando gradualmente del Planeta y esto lo pudimos comprobar desde que en 1969 la NASA instaló paneles reflectantes en la superficie lunar durante las misiones Apolo. Desde entonces, se han lanzado desde la Tierra rayos láser que han permitido saber con precisión la tasa anual de distanciamiento de la Luna.

El alejamiento de nuestro único satélite natural es imperceptible al ojo humano.

El primer científico en percatarse de esta singularidad fue Edmond Halley hace casi 300 años, que después de estudiar los registros de antiguos eclipses pudo llegar a esta conclusión.

Se estima que este retroceso se deba a la fricción que ejercen las mareas en los océanos, lo cual influye sobre la velocidad de rotación de la Tierra: al ralentizarla, la pérdida de momento angular resultante se compensa en la aceleración de la Luna, haciendo que se aleje cada vez más.

Actualmente se ha demostrado que la Luna se aleja de la Tierra a razón de unos 3,8 cm cada año. Investigadores de la Universidad de Utrecht y la Universidad de Ginebra han puesto en práctica distintos métodos para determinar el pasado lunar. El retroceso de la Luna se ha estudiado en distintas ocasiones: a las distintas teorías, se suman algunas novedades. Las recientes señales se encontraron en antiguas capas rocosas de la Tierra.

Relación entre sedimentos y ciclos de Milankovitch

En el oeste de Australia, los científicos del estudio han encontrado evidencias geológicas de 2.500 millones de años de antigüedad. En las capas de sedimentos del Parque Nacional Karijini, que alguna vez se depositaron en el fondo oceánico y que ahora se encuentran en la corteza terrestre, se identifican intervalos regulares de rocas de distinto grosor y tonalidad. Estas variaciones en patrones rocosos podrían estar relacionadas con los ciclos de de Milankovitch.

Además de afectar el clima terrestre durante largos períodos de tiempo, los ciclos de Milankovitch influyen en el distanciamiento de la Luna, específicamente a través de uno de ellos: el ciclo de precesión climática. El movimiento de precesión de la Tierra o cambio de orientación del eje de espín de la Tierra se ha visto alterado a lo largo del tiempo.

Actualmente tiene un ciclo con una duración de 21,000 años, pero este período habría sido más corto en el pasado cuando la Luna estaba más cerca de la Tierra, según se detalla en el estudio.

¿En qué afectaría a la Tierra el alejamiento lunar?

A medida que disminuya la velocidad de rotación terrestre, los días en la Tierra serán cada vez más largos. Por otro lado, los inviernos serán mucho más fríos y los veranos mucho más cálidos. Y debido a la menor influencia gravitacional de la Luna sobre el Planeta, las mareas ya no serían tan marcadas. Aún así, seguirán existiendo, aunque leves, por el efecto del Sol.

El aumento del nivel del mar debido al cambio climático, junto a la influencia del ciclo nodal lunar, provocará un aumento dramático en la cantidad de inundaciones hacia 2030, asegura la NASA.

Algo es seguro: no debemos preocuparnos por su ausencia, porque nunca se escapará de la atracción de la Tierra. En cierto momento, ocurrirá que la Luna y la Tierra llegarán a un equilibrio y la Luna dejará de alejarse.