Las tormentas en el espacio pueden provocar daños a la Tierra

Todos sabemos que el clima en la atmósfera de la Tierra puede causar estragos en nuestra vida cotidiana. Pero, no solo las condiciones ambientales extremas en nuestro planeta pueden causarnos problemas; también, la vida en la Tierra puede verse afectada por fenómenos espaciales. Las tormentas solares se ven cómo explosiones en la superficie solar y su duración varía de unos pocos minutos a horas.

El Sol proporciona los ingredientes básicos a muchos de los sistemas o fenómenos asociados a el clima espacial, continuamente expulsa al espacio radiación electromagnética y partículas cargadas eléctricamente. El flujo energético que sale continuamente de nuestra gran estrella, se conoce como viento solar, este se fusiona con expulsiones de masa coronal (grandes explosiones de material disparadas desde la superficie del Sol) y con las erupciones solares (explosiones de radiación electromagnética).

La expulsión de partículas y radiación, son impulsadas por el campo magnético del Sol, asociado al movimiento giratorio del plasma, que es cargado eléctricamente por la propia estrella. En la Tierra, la agitación del hierro fundido en el núcleo externo también crea su propio campo magnético y en combinación con las capas de la atmósfera, se comportan como un escudo de fuerza de protección para nuestro planeta, manteniéndonos a salvo del peor viento solar.

¿Cómo nos puede afectar?

La manifestación más familiar del viento solar que llega a la Tierra son las luces del norte o sur, etéreas pero inofensivas de coloraciones verde y azul, las espectaculares Auras Boreales y Australes, son causadas por la interacción del viento solar con el campo magnético de la Tierra. Sin embargo, el clima espacial puede ser mucho más dañino.

Afortunadamente, los que vivimos en la superficie de la Tierra no tenemos mucho que temer gracias a nuestro campo magnético. Pero, las llegadas raras pero considerables de partículas cargadas y radiación a la atmósfera superior de la Tierra pueden interrumpir las señales de los satélites que utilizamos para la comunicación y la navegación, o incluso causar grandes apagones eléctricos

¿Qué podemos hacer al respecto?

Aunque no podemos evitar que el sol arroje plasma y tenga explosiones, al menos podemos intentar predecirlo. Pronosticar el clima espacial no es un tarea fácil ya que requiere una muy buena comprensión del viento solar en constante movimiento, su cambio y la interacción que tiene con el Sol, la Tierra y otro planetas.

Una vez que las personas saben que esperan de una tormenta solar, pueden prepararse poniendo los satélites en modo de seguridad o estableciendo planes de contingencia para las redes de energía o telecomunicación. Desde 2014, la Oficina Meteorológica del Reino Unido ha producido pronósticos diarios del clima espacial y a ella se han comenzado a sumar otras agencias espaciales a nivel mundial.

Afortunadamente, el clima espacial extremo es un fenómeno raro, pero podría volverse más peligroso a medida que el mundo progresa cada vez más y se vuelve más dependiente de la tecnología, como los satélites. Con suerte, las capacidades de pronóstico también mejorarán y podemos seguir disfrutando de la aurora boreal en el futuro sin resentimiento