Día Internacional del trabajo 2025: "Trabajador consciente se une al contingente"

Porque ningún salario aumentó con silencio, ningún derecho se conquistó sin voz. El 1º de mayo honra a quienes mueven al mundo con sudor, memoria y dignidad.

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Grabado histórico de la Revuelta de Haymarket, Chicago, 1886. Imagen tomada de Wikipedia

Amanece. El Sol se levanta y el mundo se mueve al ritmo de los que trabajan. Y ahí están: en el olor a tiza y pizarrón en las aulas, el ruido de la fábrica, el ir y venir del hospital, el barrido de la calle, el tintineo, el olor a pan recién horneado, a vida y café en la mañana. Miles de manos, entrelazadas, sosteniendo progreso, familia y país.

Pero trabajo alguna vez fue castigo, lucha, derecho y bandera. Amanece el primer día de mayo y el mundo se mueve diferente. Lo hace a ritmo de la historia, la memoria, la dignidad. Y se escuchan —por derechos y esperanza— miles de voces, entrelazadas.

El Día Internacional de los Trabajadores, celebrado cada 1 de mayo, conmemora las luchas del movimiento obrero por condiciones laborales justas.

Voces por las madres que trabajaron toda la vida sin seguro ni vacaciones, por el padre que cargó el ruido de las máquinas en la espalda, y la esperanza de consigna. Se alzan por lo conquistado y por lo pendiente, por un trabajo que no defina, sino que dignifique.

Se debe respeto al sudor que cimentó al mundo y que sigue sembrando futuro. La jornada de 8 horas costó vidas que aún resuenan cada que el reloj marca entrada y salida. El 1 de mayo es más que una fecha en el calendario: es una historia de voces compartidas que comenzó en Chicago en 1886 y que, aún hoy, marchan por jornadas justas y merecido descanso.

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Camino compartido y voces que sostienen: trabajo digno y con derechos.

Donde todo comenzó

Fue en 1886, el primer día de mayo, cuando miles de trabajadores tomaron las calles de Chicago exigiendo jornadas laborales de 8 horas. Una huelga que culminó en la Revuelta de Haymarket, cuando la violencia buscó silenciar con muerte a varios líderes sindicales. Pero no se puede matar una idea.

En aquellos años se exigía la reducción de la jornada laboral a ocho horas, la indemnización por accidentes laborales, la desaparición del trabajo infantil, la reglamentación del trabajo femenil, condiciones dignas y seguras de trabajo y el descanso dominical.

Los Mártires de Chicago se volvieron consigna y la chispa que encendieron se propagó al mundo. En honor a estos acontecimientos, en 1889, la Segunda Internacional decretó esta fecha como el Día Internacional de los Trabajadores. Y así, cada año, cientos de países recuerdan que ningún derecho laboral surgió del silencio.

"Curiosamente", aunque el movimiento obrero estadounidense fue protagonista de las protestas que originaron esta conmemoración, el gobierno decidió distanciarse de esa fecha por razones políticas e históricas. En 1894 estableció el Labor Day, el primer lunes de septiembre, como día oficial para honrar a los trabajadores.

Voces en México

Desde consignas de "Proteger lo conquistado, ganar futuro" en España, hasta "Trabajador consciente se une al contingente" en México, esta fecha levanta banderas, pancartas y voces por los derechos laborales en el mundo. El trabajo es cimiento, y sus derechos no son limosna: son justicia.

Según el artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo (LFT), el 1 de mayo se considera como un descanso obligatorio en México

Era 1913 cuando el primer desfile obrero en México unió a más de 25,000 trabajadores exigiendo justicia laboral. Pero no fue hasta 1925 que se declaró esta fecha como una celebración oficial: 100 años de pluralidad compartida y voces en marcha tricolor.

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El 56 % de las personas ocupadas en México trabaja en comercio, servicios y manufactura: sectores sostenidos por la diversidad de oficios y saberes.

Lo conquistado y lo pendiente

En los últimos años, se han logrado avances importantes en materia laboral en México. Aumentó el salario mínimo, con un incremento acumulado de aproximadamente 110 % entre 2018 y 2024. Las trabajadoras del hogar fueron incorporadas al régimen obligatorio de seguridad social, dándoles acceso desde 2022 a servicios médicos, pensiones y otras prestaciones.

Derechos históricamente negados van abriéndose paso. Pero aún queda mucho por lograr. Persisten voces que exigen una jornada laboral de 40 horas semanales, dos días de descanso, seguridad social, salario digno y equidad real.

Para febrero de 2025, en México, más de la mitad de la población ocupada —un 54.8 %— trabaja en condiciones de informalidad, sin acceso a prestaciones ni seguridad social, según datos del INEGI.

Las mujeres aún enfrentan una brecha salarial significativa. Para 2024, en promedio ganaban 85 pesos por cada 100 que perciben los hombres. Además, las mujeres dedican más tiempo al trabajo no remunerado en el hogar, lo que limita su participación en el mercado laboral.

Marchan por los que estuvieron antes, por los que están y por los que estarán. No hay progreso si se abandona a quienes lo sostienen. El trabajo ha de ser libre, y ha de ser digno. Voces, agrupadas, tan nuestras y tan de siempre, entrelazadas por los que sostienen futuro y progreso.