Influencia negativa de sobrepoblación para COVID-19 y cambio climático

Por mucho tiempo funcionarios de la salud pública y expertos en temas de natalidad, han advertido sobre las consecuencias negativas ligadas directamente al crecimiento poblacional, que no deja de aumentar en gran parte del mundo y que influyen tanto en la salud como en otros ámbitos.

Sobrepoblación
Ignorar el factor sobrepoblación, es el resultado de tantas crisis ecológicas y sociales.

El año 2020 se postula como histórico, el número creciente de hechos ambientales, sociales y de salud, lo hacen destacar de esta última década. Aun cuando todos los años ocurren cambios trascendentales, la tendencia es que conforme avance la edad de nuestro planeta vayan en incremento cataclismos, como epidemias y contaminación ambiental.

Este año nos ha permitido comprobar que mucho de lo que advertían expertos en la salud, como el aglomeramiento de nuestra especie, induce radicalmente el riesgo de pandemias como el COVID-19. Esto por supuesto no es nuevo, ya que en 2009 y 2010 un contagio masivo de Influenza tipo H1N1, puso en crisis a muchos países.

Aun cuando el desarrollo tecnológico permite tomar medidas para mitigar el riesgo, los factores subyacentes como el tema familiar y las inversiones en la salud materna e infantil siguen siendo las causas fundamentales asociadas a la sobrepoblación. Si dichos factores fueran controlados, las posibilidades serían más proactivas que reactivas.

Las Naciones Unidas (ONU), ha emitido proyecciones de población mundial con una variabilidad masiva, que indica un impacto drástico en la presencia de enfermedades como el Coronavirus, amenazan todo el mundo. Esta incertidumbre también creará efectos colaterales, como la alteración de nuestras ecologías, que a su vez exacerba aún más los riesgos que ya enfrentamos.

Decisiones adversas de algunos gobiernos

No es raro que muchos de los representantes gubernamentales a menudo ignoran los hechos científicos, en su lugar impulsan políticas que fomentan el hacinamiento y el crecimiento demográfico insostenible, lo que solo ha empeorado el problema. Algunos políticos son obvios en su apoyo a estas políticas, como el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que insta a las mujeres a tener seis hijos cada una.

Maduro y otros representantes políticos, como el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, prosperan con la idea de que una gran población puede comandar un país. En los Estados Unidos la idea es alentar a las familias a ser numerosas, siendo atractivo utilizar a las generaciones futuras como una forma fácil de garantizar el crecimiento económico.

Como el sistema de gobierno utilizado en China o la India, los países más superpoblados del mundo, con un tasa alta de enfermedades transmisibles y en riesgo ecológico latente, ven a sus habitantes como números. Estos gobiernos no están considerando los impactos nocivos, sino que, ejecutan indiferencia ante el crecimiento de la población como factor causal que contribuye al cambio climático que se ha vuelto cada vez más dañino.

Urbanización insotenible
El crecimiento económico y de población sigue siendo indicativo en el aumento de las emisiones de CO2. Toma aérea de una comunidad en China.

Sobrepoblación y cambio climático

El crecimiento de la población, es la causa principal de los daños a la capacidad de la Tierra para resistir ante algunos efectos nocivos de la variabilidad climática. Por ejemplo, la deforestación, cuando la tierra se convierte de uso agrícola para alimentar a una población humana en crecimiento, todas las propiedades naturales de absorción de emisiones de gases contaminantes se pierden con este proceso, siendo incluso los daños irreversibles

Actualmente estamos agregando más de 80 millones de personas al año a nuestra población mundial. Datos de estimados de la ONU proyectan que, sin más acciones para abordar el crecimiento de la población, habrá aproximadamente dos mil millones de personas más para 2050, y tres mil quinientos millones más para 2100.

Esto sin duda influye en la aparición de eventos climáticos más severos, como, olas de calor, sequías e inundaciones. Con esto surgen agentes sociales nocivos, conflictos sobre tierra productiva, escasez de alimentos y agua.

Es claro que el progreso en la salud mundial podría ser revertido y enfermedades transmisibles como la Malaria llegarán a lugares donde nunca existieron. Es muy probable que cientos de millones de personas se vean obligadas a emigrar de sus hogares para 2050, según estimaciones del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC).