Dormir con más de 30 °C: así afecta el calor extremo a tu descanso, según estudios

La temperatura ambiental es, sin duda, uno de los factores que más influyen en el sueño y por lo tanto en la salud de la población.

Dormir en un ambiente con la temperatura elevada afecta directamente tu salud.
Dormir en un ambiente con la temperatura elevada afecta directamente su salud.

El cambio climático induce aumentos severos en las temperaturas. Un estudio revisado por pares realizados en Europa, explicó el efecto "Urban Heat Island" para poder comprender los riesgos en la salud por el calor en las ciudades para tomar medidas y generar políticas públicas para evitar incluso muertes en los más vulnerables.

La asociación entre el calor y la mortalidad depende de la vulnerabilidad social, la cual a su vez se ve influenciada por factores demográficos, sociales y económicos. Por lo tanto, algunos subgrupos de la población corren mayor riesgo con el aumento de las temperaturas. ¿Cuáles son estos grupos?

Un estudio reciente coordinado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (Isglobal) y la Fundación CMCC investigan cómo las desigualdades sociales pueden afectar el estrés por calor en los contextos urbanos. El calor es un factor del entorno de descanso y del lugar de trabajo que puede afectar enormemente a la salud.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los golpes de calor son la primera causa de función relacionada con el clima y pueden agravar enfermedades como la diabetes, el asma, los trastornos mentales y las enfermedades cardiovasculares, entre otras, y aumentan el riesgo de sufrir accidentes y de contraer determinadas enfermedades infecciosas, como las gastrointestinales.

La temperatura óptima para dormir es entre los 16 y 20 grados centígrados.
La temperatura óptima para dormir es entre los 16 y 20 grados centígrados.

El número de personas expuestas al calor extremo está aumentando exponencialmente debido al cambio climático en todas las regiones del mundo. Entre el período comprendido entre 2000 y 2004 y del 2017 a 2021, la mortalidad relacionada con el calor en las personas mayores de 65 años se incrementó en alrededor de un 85 por ciento.

Más de cuatro millones de personas tienen dificultades para conciliar el sueño o se levantan con la sensación de no haber descansado. La exposición a temperaturas calurosas se asocia con muertes prematuras.

Incluso las investigaciones van más allá, explican que la temperatura excesivamente alta puede afectar el sueño incluso en personas sin insomnio. Además, las alteraciones del sueño nocturno afectan no solo a las actividades diurnas, sino que también se relaciona con diversos efectos adversos para la salud, como la obesidad, la calidad de vida e incluso la mortalidad.

La ciencia ha demostrado que un ambiente térmico adecuado puede mejorar significativamente el sueño, mientras que temperaturas extremas pueden interrumpirlo y provocar insomnio. La temperatura ambiental es, sin duda, uno de los factores que más influyen en el sueño.

Temperatura ideal para dormir

Cuando la habitación está demasiado caliente o demasiado fría, el cuerpo lucha por alcanzar esta temperatura óptima, dificultando conciliar el sueño y mantener. Esta franja permite que el cuerpo baje su temperatura interna de manera natural y promueve una sensación de confort.

Sin embargo, cada persona tiene sus preferencias y características como:

  • Edad: Los niños pequeños y los adultos mayores suelen necesitar ambientes ligeramente más cálidos.
  • Condiciones de salud: Algunas personas con problemas de circulación o tiroides pueden requerir temperaturas específicas.
  • Ropa de cama y colchón: El tipo de materiales y tecnologías presentes en tus colchones y almohadas también influyen en la percepción de temperatura.

Por eso para tener un mejor descanso se recomienda un colchón y almohadas adecuadas para cada persona, además de una adecuada ventilación o sistema de enfriamiento para que la persona no se sienta sofocada y su temperatura corporal no suba más de lo recomendado por los expertos que es hasta los 20 grados centígrados.

La mayoría de los expertos coinciden en que la temperatura óptima para dormir se encuentra entre 16 y 20 grados centígrados

La Organización Mundial de la Salud copatrocina la Red Mundial de Información sobre el Calor y sus Riesgos para la Salud con el fin de facilitar el intercambio y el aprendizaje sobre los riesgos y las soluciones para hacer frente al calor extremo, y colabora estrechamente con la Organización Meteorológica Mundial en los sistemas de aviso de olas de calor y riesgos para la salud.

Referencias de la noticia

Zhao et al, 2021 Carga mundial, regional y nacional de mortalidad asociada con temperaturas ambientales no óptimas: un estudio de modelado de tres etapas https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34245712/

Calor urbano y mortalidad: ¿Quiénes son los más vulnerables? (s/f). Eurek ¡Alerta! Recuperado el 15 de julio de 2025, de https://www.eurekalert.org/news-releases/539109