Nurdles: el impacto sobre el medio ambiente causado por las pequeñas cuentas de plástico es categórico

Pequeñas bolitas de plástico llamadas “nurdles” flotan en los océanos y causan tanto daño como los derrames de petróleo. Esto se está convirtiendo en un problema cada vez mayor. Pero no se consideran peligrosos.

Contaminación marítima
No es sólo el plástico altamente visible el que supone una enorme carga medioambiental para los océanos.

La avalancha de nurdles, millones de diminutas cuentas de plástico, se extiende a lo largo de la costa de Galicia, en el noroeste de España. Grupos de voluntarios y organizaciones ecologistas organizan colectas en las playas. La Xunta de Galicia, el gobierno de la comunidad autónoma española de Galicia, sólo activó el plan de acción para combatir la contaminación un mes después del desastre.

Los pellets de plástico de los contenedores de la empresa comercializadora TOCCONAO se perdieron durante el trayecto en aguas portuguesas y fueron a la deriva hacia las costas de Galicia. El ayuntamiento de la pequeña localidad española de Oleiros denunció la contaminación de toda la costa del municipio con miles de diminutas bolas de plástico. Además, se criticó a la Xunta y al Gobierno central por no emitir avisos de peligro ni tomar medidas para limitar los graves impactos medioambientales.

Precisamente la semana pasada, la Xunta de Galicia activó el plan territorial de emergencia por contaminación marina accidental. Una vez finalizada la llamada fase de alarma, se activó el nivel de emergencia más bajo, 1, que, dado el enorme peligro que suponen los microplásticos para los animales y el medio ambiente, parece demasiado bajo y demasiado tarde.

Nurdles son tan peligrosos como los derrames de petróleo

El problema de las diminutas cuentas de plástico es que a menudo acaban accidentalmente en el mar. Esto sucede a menudo durante la carga y descarga. Dado que la materia prima se produce a menudo en China o en Oriente Medio, se transporta a largas distancias a través de los océanos del mundo.Si se produce un accidente, como el ocurrido frente a la costa de Sri Lanka en mayo de 2021, toneladas de nurdles acaban en el mar de un solo golpe. El portacontenedores estalló en llamas y se hundió. 350 toneladas de petróleo pesado se derramaron en el mar, provocando una catástrofe ambiental para los arrecifes de coral y las pesquerías vírgenes de Sri Lanka. Además, se liberaron al mar productos químicos peligrosos como ácido nítrico, sosa cáustica y metanol.

Pero según Naciones Unidas, los mayores daños y los impactos más graves provinieron de los 87 contenedores llenos de bolitas de plástico del tamaño de lentes. Desde la gran catástrofe, miles de millones de nurdles han sido arrastrados a la costa a cientos de kilómetros de distancia. En algunos lugares alcanzan una profundidad de dos metros.

Las bolas de plástico se encontraron en los cuerpos de delfines muertos y en la boca de peces. Según un informe de la ONU, fue el mayor desastre plástico de la historia.

230,000 toneladas cada año

Los nurdles son componentes poco conocidos de todos nuestros productos de plástico. Cuando entran al medio ambiente, las aves marinas, los peces y otros animales los confunden con alimento. Con el tiempo, se descomponen en nanopartículas, cuyo peligro es aún mayor. Después del desgaste de los neumáticos, son la segunda fuente más grande de microplásticos en el océano. Alrededor de 230,000 toneladas de nurdles acaban en los océanos cada año.

Al igual que el petróleo crudo, estas perlas de plástico son extremadamente duraderas y continúan circulando en las corrientes oceánicas durante décadas y también llegan a las costas. Los pellets están compuestos por una mezcla de diferentes productos químicos y, por tanto, son combustibles fósiles.

Sin embargo, a diferencia de sustancias como el petróleo, los nurdles no se consideran peligrosos según el Código de Mercancías Peligrosas de la Organización Marítima Internacional (IMO), aunque los peligros de los gránulos de plástico se conocen desde hace tres décadas.

Mientras tanto, crece la conciencia sobre la enorme amenaza que representan los diminutos gránulos. Si los nurdles fueran clasificados como peligrosos, como ocurre con los explosivos, líquidos inflamables y otras sustancias nocivas para el medio ambiente, al menos estarían sujetos a estrictas normas de envío.

Pero la OMI ha dejado el asunto en suspenso, por lo que pasará algún tiempo hasta que finalmente se encuentre una solución a uno de los mayores problemas medioambientales causados por los nurdles.