Ya inició la temporada de ozono, ¿cómo se relaciona con la meteorología?

En la Zona Metropolitana del Valle de México desde febrero y hasta junio es la temporada de ozono. Este problema ambiental también afecta a otras urbes como Monterrey y Guadalajara. Te explico qué ingredientes se tienen que combinar para que aumente la concentración de este gas y cuáles son las afectaciones a la salud.

Temporada de ozono
Inició la temporada de ozono y es importante conocer su relación con las condiciones meteorológicas.

En la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) desde febrero y hasta junio es la temporada de ozono, precisamente entre el 23 y el 24 de febrero se estableció la primera contingencia por ozono en el 2023. La alta radiación solar, el aumento de la temperatura aunado a la debilidad de los vientos son las condiciones meteorológicas que favorecen la formación de ozono en la superficie.

El incremento en la concentración de ozono no solo depende de la presencia de los factores meteorológicos mencionados, además hay que considerar las características geográficas de la ZMVM y la constante emisión de gases precursores como los óxidos de nitrógeno, donde el 80 % de estos compuestos es generado por los coches particulares y el 7 % por el transporte público.

Este problema de calidad del aire no es exclusiva de la ZMVM, otras grandes urbes como Monterrey y Guadalajara también se ven afectadas por el ozono durante la primavera y el verano, en esta última estación la llegada de las lluvias representa una disminución en la concentración de este gas.

Normalmente la máxima concentración de ozono se presenta entre la 1 pm y las 6 pm, justo cuando se combinan los ingredientes mencionados. En caso de rebasar ciertos valores entonces se declara la contingencia ambiental con el objetivo de reducir la emisión de gases precursores y la concentración de ozono.

Inversiones térmicas y ozono

Un fenómeno meteorológico que puede favorecer el aumento de la concentración de ozono son las inversiones térmicas, estas ocurren con frecuencia en el invierno y consisten en un aumento de la temperatura con la altura, contrario a lo que comúnmente sucede.

La inversión térmica genera una capa densa y estable cerca de la superficie la cual limita las corrientes de ascenso en la atmósfera, provocando una acumulación de contaminantes dentro de ella y un ambiente soleado durante el día, esto último favorece las reacciones fotoquímicas que producen ozono.

Ozono “malo” y ozono “bueno”

Puede llamar la atención que se hable del ozono como un contaminante cuando se insiste en la necesidad de proteger la capa de ozono. Resulta que el ozono “malo” es el que se genera en la superficie, justo donde vivimos, y tiene consecuencias para la salud. Por otro lado, el ozono “bueno” es el que se localiza en la estratósfera, aproximadamente a 30 km de altura, y ayuda a filtrar la radiación ultravioleta.

Afectaciones a la salud

Respirar ozono puede provocar tos, irritación en la garganta así como del sistema respiratorio, además de agravar enfermedades como asma, bronquitis o enfisema e incluso provocar daños permanentes en los pulmones en caso de una exposición constante. Los grupos más vulnerables son niños, adultos mayores, personas con enfermedades respiratorias crónicas y personas que realizan actividades físicas al aire libre.

Es importante que en el actual periodo estés atento al pronóstico meteorológico y de la calidad del aire, además del ozono la presencia de partículas en la atmósfera también constituye un riesgo para la salud. Además de cuidar tu salud recuerda también proteger a las mascotas.