Un paisaje onírico entre dunas y mar: el paraíso poco explorado de Oaxaca
"Playa Azul" es un espacio poco explorado en la región del sur-oeste mexicano. Sus paisajes entre dunas y mar turquesa, se fusionan para ofrecer una experiencia única.

Oaxaca es mundialmente conocido por poseer espacios únicos. Entre su naturaleza variada y deslumbrante, y los vestigios sagrados de culturas antiguas, este estado tiene siempre un lugar nuevo por descubrir hasta para los más ávidos viajeros y exploradores de las tierras mexicanas.
Pero ¿alguna vez pensaste en la existencia de un paraíso contrastante de mar y desierto? Cómo si se tratara de una película de ficción, existe un lugar que pocos conocen y que muchos jurarían que es parte de una tierra imaginada en un planeta muy muy lejano; con una naturaleza tan especial, que provoca sensaciones fuera de este mundo a cada uno de sus visitantes.
"Playa Azul" o para la mayoría, el paisaje onírico entre dunas y mar, es un espacio poco explorado de esta región del sur-oeste mexicano, ubicada dentro del Istmo de Tehuantepec, que se encuentra a tan sólo 12 km de Salina Cruz; uno de los puertos sobre la Cuenca del Pacífico más importante del estado.

Entre pendientes suaves conformadas por fina arena de color beige, esta playa es el lugar perfecto para relajarse y desconectarse de los ajetreos normales del día a día. Ya sea que lo que estás buscando es pronto tomarte vacaciones o un nuevo destino para tu agenda de viajero, este es el destino que vas a desear disfrutar y conocer.
Entre dunas y un mar turquesa: un paraíso escondido en la costa oaxaqueña
Con una amplia bahía rodeada de un entorno silvestre, Playa Azul ofrece condiciones bastante singulares. Con oleaje moderado en sus aguas de tonos azulados, este espacio se mantiene prácticamente virgen. Sin grandes infraestructuras cercanas, muchas de sus actividades turísticas se mantienen lejos de la franja costera.
Su encanto se vuelve una buena alternativa para todos los viajeros en búsqueda de destinos tranquilos para conectarse con la naturaleza, y liberarse de las distracciones incesantes del típico ritmo de vida citadino. Además, entre las dunas cercanas a la costa se encuentran lagunas de agua dulce que esconden ecosistemas complejos y de gran biodiversidad.

Por otra parte, además de vegetación, un mar de color intenso y dunas, sus formaciones rocosas a pie de playa son uno de los atractivos visuales más destacados. Compuestos por rocas metamórficas, son los vestigios de una era lejana de cambios violentos que dieron origen a la región costera.
La preservación de sus rasgos naturales, además de brindar una experiencia distinta, es inspiración para artistas que no sólo capturan la esencia a través de la belleza de sus dunas, sino que también, brinda el espacio perfecto para disfrutar de maravillosos atardeceres vibrantes que contrastan con la pálida arena del entorno.
Turismo consciente en espacios protegidos
Siempre es importante recordar, que para que los lugares de belleza natural continúen manteniendo las características que nos maravillan, debemos procurar su cuidado y conservación. A todos nos gusta descubrir playas vírgenes y nuevos espacios protegidos, sin embargo, debemos asegurarnos que las actividades a realizar no interfieran, destruyan o cambien el entorno natural.
Para esto, te recomendamos informarte de las normas y reglas de los espacios a visitar, no violar espacios cerrados, ni tampoco molestar a los seres vivos que residen en este y tampoco llevarte algo que sea parte del entorno (como una conchita de la playa o arrancar flores o plantas). También, debes siempre hacerte responsable de tus desechos, nunca tirar basura y no contaminar el medio ambiente en ningún sentido.
Y si resides cerca de un espacio silvestre, un nuevo destino natural o espacio turístico emergente, siempre debes informarte bien de las regulaciones locales para su conservación. De esta forma, todos podremos continuar disfrutando de los beneficios de la riqueza natural, asegurándonos de no provocar ningún impacto a mediano y largo plazo.