¿Podría desarrollarse fenómeno de La Niña?

Pocos cambios se han presentado en las temperaturas superficiales del Pacífico ecuatorial en los últimos meses, manteniéndose fase neutra hasta este inicio de febrero. Esto impide realizar un pronóstico confiable a largo plazo, no obstante, aumenta la probabilidad para el desarrollo de La Niña.

Fase neutra del ENSO
Pronóstico a largo plazo a causa de la fase neutra, impidiendo establecer patrones atmosféricos a largo plazo.

Este jueves 13 de febrero, el Centro de Predicción Climática (CPC por sus siglas en inglés) informó que “El Niño – Oscilación del Sur” mantiene anomalías térmicas oscilando 0.0°C a +1.2°C, resultando en un promedio dentro de la fase neutra del ENSO, observándose condiciones oceánicas y atmosféricas consistentes. De acuerdo con detecciones satelitales, las aguas más frías se observan un poco más al sur del ecuador, extendiéndose desde costas de Perú y Chile hasta el Pacífico central con anomalías de -1.0°C

De acuerdo con modelos de predicción al largo plazo, condiciones neutrales estarían presentes durante la primavera y parte del verano con un 50-60% de probabilidad. Esta situación continuaría siendo desfavorable para establecer una tendencia de patrones atmosféricos a largo plazo. De forma gradual, los modelos a más largo plazo muestran el aumento en la probabilidad para que la fase fría -La Niña- puede aparecer en el verano u otoño próximo que, en caso de hacerlo, podría resultar benéfico para regular las precipitaciones en varias zonas del territorio mexicano, incluso con valores por arriba de lo normal.

A diferencia del año pasado cuando un extenso y prolongado anticiclón se posicionó sobre México desde mediados de febrero generando olas de calor y sequía extrema, durante estos meses no se observa la misma situación, lo que puede interpretarse como que vamos hacia condiciones aún favorables para el ingreso de eventuales masas de aire frío regulando el calor que se vaya generando en nuestro país, e inclusive, mayor cantidad de precipitaciones, al menos suficientes para limitar grandes incendios forestales o de pastizales.

Naturalmente los modelos tienden a mostrar menor confiabilidad entre abril a mayo, conocido como “barrera de primavera” donde sus resultados pueden variar significativamente, por ejemplo, mostrar primero un gran episodio de El Niño con sequías y calor extremo en nuestro planeta, y en la siguiente salida podría mostrar lo contrario con una Niña y lluvias con inundaciones. Por lo anterior estaremos dándole seguimiento puntual al comportamiento del ENSO y sus posibles impactos sobre territorio mexicano.

Tendencia climática para la próxima primavera

Las temperaturas durante los meses de marzo a mayo podrían tener de 0.25°C a 1.5°C por arriba de lo normal en la mayor parte del país principalmente desde Zacatecas hasta Quintana Roo, incluyendo el Valle de México; en contraste, el extremo noroeste entre Baja California; Baja California Sur y Sonora podrían registrar valores dentro de lo normal, es decir ambiente caluroso propio de la temporada.

Las precipitaciones tenderían con acumulados dentro de lo normal, siendo probable que algunos estados del noreste, oriente y sur presenten 50 a 100 mm más de lluvias, esto más notable podría ser en Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Puebla, Oaxaca, Tabasco y Chiapas. Contrariamente, Sonora, Zacatecas, Jalisco, región del Bajío y Valle de México los acumulados muestran 25 mm inferior a la climatología, sin ser algo extremo en escasez de lluvias.

Este pronóstico no contempla eventos locales de frío, calor o lluvias, además, recuerden que estamos por iniciar la temporada de tormentas y granizadas en regiones del centro-oriente, producto del calentamiento diurno y los efectos del relieve, por lo que no debe extrañarse que las precipitaciones se presenten en próximas semanas y que nada tienen que ver con el calentamiento global o cambio climático, ya que son eventos normales.