Video viral: Tifón Matmo provoca graves inundaciones en Vietnam, más de 200,000 viviendas quedaron bajo agua

Lluvias torrenciales asociadas al tifón Matmo, provocaron inundaciones históricas en el norte de Vietnam. Se declaró estado de emergencia ante el evento, considerado uno de los más destructivos de la última década.
Las imágenes son estremecedoras: casas sumergidas hasta el techo, avenidas convertidas en ríos marrón y miles de familias en refugios improvisados sobre los pocos tejados que aún sobresalen del agua. Desde el 7 de octubre, la provincia de Thái Nguyên, en el norte de Vietnam, vive uno de los episodios más graves de inundación de su historia reciente, tras el paso de la tormenta Matmo.
Para la tarde del 10 de octubre (hora local Vietnam), casi 66,650 viviendas seguían bajo el agua, incluyendo más de 54,000 en Thái Nguyên.
Según informes iniciales, las inundaciones y deslizamientos asociados a las lluvias torrenciales en el norte de Vietnam han dejado un saldo preliminar de 18 víctimas, entre muertes y desaparecidos. En Thái Nguyên se han reportado 6 muertes y 2 personas están desaparecidas debido a las inundaciones.
La tormenta Matmo llegó debilitada tras su paso por el mar del Sur de China, pero las intensas y constantes precipitaciones y la saturación del suelo generaron un colapso total de los sistemas de drenaje. En apenas 48 horas, el río Cầu se desbordó, dejando comunidades enteras incomunicadas y los habitantes de varios barrios no tuvieron tiempo de escapar.
Después de solo cinco horas, el agua llegó a la altura de la cabeza de la gente y las calles quedaron inundadas. En algunos puntos, el nivel del agua superó los tres metros. El pico de inundación ocurrió aproximadamente a las 22 horas del 7 de octubre (hora local), con niveles excediendo los registros históricos en las provincias vietnamitas afectadas en casi 1 metro.
El gobierno declaró el estado de emergencia en la provincia y destinó 140 mil millones de dongs vietnamitas (alrededor de 5.5 millones de dólares) para asistencia inmediata. Sin embargo, las lluvias continuaron durante gran parte de esta semana, complicando las labores de socorro y el acceso a zonas aisladas donde la energía eléctrica y las comunicaciones permanecen cortadas.
Cifras del desastre
En la mañana del 8 de octubre, el nivel de agua de la inundación del río Cầu, medido en la Estación Hidrológica de la Bahía de Gia (distrito de Gia Sang), alcanzó los 29.90 m, superando en 1.09 m el pico histórico de inundación tras la tormenta Yagi de 2024. Thái Nguyên, reconocida por su producción de té y su cercanía a Hanoi, nunca había registrado un evento de esta magnitud.
Los equipos de rescate han movilizado botes inflables y maquinaria pesada para evacuar a las personas atrapadas en sus viviendas. Las autoridades y voluntarios continúan recorriendo las calles convertidas en canales, repartiendo alimentos, medicinas y esperanza en medio del barro. El saldo humano es irreparable, pero las muchas muestras de solidaridad dan esperanza en medio del caos.
El daño en la provincia de Thái Nguyên se estimó en 2,12 billones de dong (84.36 millones de dólares), mientras que en la provincia de Lang Son alcanzó los 1,05 billones de dong (41.78 millones de dólares) y en la provincia de Cao Bang alcanzó 2 billones de dong (79.6 millones de dólares).
Las inundaciones afectaron gravemente al sector agrícola del norte de Vietnam. Unas 25,261 hectáreas de arroz y te y otros cultivos quedaron anegadas o destruidas y se reportó la pérdida de más de 13,000 cabezas de ganado y 690,000 aves de corral, golpeando duramente la economía de las comunidades rurales.
Los sistemas de contención también sufrieron daños severos, con 49 incidentes registrados en Thái Nguyên, Bắc Ninh y Hanói, mientras que Bắc Ninh reportó 40 por sí sola. La red vial quedó interrumpida en 20 tramos de carreteras nacionales y la línea ferroviaria Hanói–Đồng Đăng debió suspenderse.
En la noche del 7 de octubre, el Equipo de Gestión de Electricidad en la región anunció que se vio obligado a suspender el suministro de energía een varias áreas debido a la lluvia extrema. En total, 550,000 usuarios perdieron el suministro eléctrico en las provincias afectadas; y hasta ahora quedan 128,600 sin energía, de los cuales 58,000 corresponden a Thái Nguyên.
El trasfondo meteorológico
Matmo se formó a finales de septiembre sobre las cálidas aguas del mar del Sur de China, alcanzando la categoría de tifón el 5 de octubre. Aunque llegó al norte de Vietnam como una tormenta debilitada, su estructura compacta y su lento desplazamiento favorecieron acumulaciones de lluvia excepcionales.
Cuando las tormentas se topan con el terreno montañoso del norte vietnamita, el viento húmedo proveniente del mar choca con las montañas, asciende y se condensa rápidamente, intensificando la lluvia por el forzamiento orográfico. Como plus, el calentamiento del océano —más de 1 °C por encima del promedio en la región— favorece una mayor carga de vapor de agua en la atmósfera.

El evento ocurrió, también, durante una temporada activa de ciclones en el Pacífico occidental, donde otros sistemas como Kajiki y Bualoi ya habían saturado los suelos semanas antes. Los expertos advierten que Vietnam podría enfrentar con mayor frecuencia este tipo de eventos combinados: tormentas más lentas, más húmedas y con impactos más prolongados.
Como si no fuera suficiente, los restos de la tormenta Matmo no actuaron de forma aislada, sino que se fortalecieron e interactuaron con el monzón del suroeste de Asia, que todavía mantenía una actividad intensa sobre el sudeste asiático en esos días de octubre.
Un combo que favoreció las lluvias torrenciales desde varias escalas. El movimiento lento de la tormenta, alimentada por un océano cálido, la orografía local y el monzón, se combinaron en un evento de lluvias récords en Vietnam. En algunas estaciones, los registros superaron los 500 mm en tres días, comparable al promedio mensual de toda la temporada de monzones.
Y nuevamente quedan expuestas las fragilidades estructurales y sociales. Y hay que hablar de vulnerabilidad: el crecimiento urbano acelerado, la expansión industrial y la ocupación de zonas ribereñas han aumentado el riesgo de inundaciones repentinas. A veces, además, carecen de sistemas adecuados de drenaje o de una adecuada planificación territorial.
A pesar de los esfuerzos del gobierno vietnamita por mejorar su sistema de alerta temprana y evacuar con antelación a la población en riesgo, la magnitud del evento superó la capacidad de respuesta local. Y la cuestión es que la gestión del riesgo no puede basarse solo en la respuesta, sino en la prevención y la adaptación.