Incendios catastróficos arrasan con los bosques de Alaska

Alaska está en camino de otro año histórico de incendios forestales, con el inicio más rápido de la temporada de incendios registrado. Miles de rayos y un clima cálido han contribuido a una crítica temporada incendiaria que hace arder a todo el estado.

Lago Snodgrass
Vista aérea del incendio de Snodgrass. Fotografía: Justin S. S. (Gerente de helicópteros DOF)

Desde mediados de junio de este año, se habían quemado más de 1 millón de acres de bosque. Para julio, ese número ha alcanzado los 2 millones de acres y estos continúan extendiéndose, hasta ahora la cifra es el doble de la superficie de una temporada típica de incendios en Alaska.

Rick Thoman, especialista en clima del Centro Internacional de Investigación del Ártico en Fairbanks, explica a la revista Scientific American Magazine por qué Alaska está experimentando tantos incendios grandes e intensos este 2022 y cómo está cambiando la temporada de fuegos de la región.

“No hay una respuesta simple. Al principio de la temporada, el suroeste de Alaska era una de las pocas áreas del estado con una capa de nieve por debajo de lo normal. Luego tuvimos una primavera cálida y el suroeste de Alaska se secó”. “Un estallido de tormentas eléctricas allí a fines de mayo y principios de junio proporcionó la chispa”, dijo Thoman.

Otro factor importante es el calentamiento global que favorece el aumento de la cantidad de combustibles, como: plantas y árboles secos que están disponibles para quemar. A su vez, el calentamiento de varias décadas ha permitido que crezca la vegetación en el suroeste de Alaska, permitiendo una temporada activa de incendios.

Tormentas eléctricas cada vez más frecuentes y focos incendiarios más intensos

En un mundo que se calienta, el aire puede contener más humedad, por lo que surgen más tormentas intensas. En el interior de Alaska, ocurren tormentas eléctricas con más frecuencia en lugares donde solían ocurrir raramente.

Por ejemplo: el número de días con tormentas registradas en el aeropuerto de Fairbanks muestra un claro aumento. Mientras que, los ancianos indígenas también están de acuerdo en que ven tormentas con más frecuencia. Observaciones satelitales registradas, indican que la frecuencia de incendios de millones de acres en Alaska se ha duplicado desde 1990.

Como consecuencia, se originan incendios que arden más y se queman más profundo en el suelo, así que en lugar de quemar los árboles y quemar la maleza, lo consumen todo. Habitantes, bomberos y voluntarios que han estado combatiendo incendios durante décadas dicen que están asombrados por la cantidad de destrucción que ven ahora.

Daños irreversibles originados por los incendios

La contaminación del aire por humo y una catastrófica deforestación. Los vientos soplan desde el sureste entonces y cientos de miles de humo denso es transportado, cubriendo comunidades, además de llegar a Canadá y el Norte de EE. UU.

En el caso particular de daños en la salud, tan solo en Nome, a 400 millas de distancia, el índice de calidad del aire en el hospital superó las 600 partes por millón de PM2.5, partículas finas que pueden provocar asma y dañar los pulmones. Cualquier valor superior a 150 ppm no es saludable, y más de 400 ppm se considera peligroso.

También se tienen evacuaciones masivas, como la ocurrida cerca de St. Mary's comunidad en el centro de Alaska que se reportó en junio de 2022

Asimismo, se tiene el reporte de grandes pérdidas de flora y fauna del lugar donde las especies más vulnerables pierden la vida al ser calcinadas y afectadas por las llamas. Unas de las especies más afectadas son las aves migratorias que arriban durante la primavera a la región, zorros, roedores, ciervos, osos, miles de especies endémicas de la región podrían correr el riesgo de entrar en peligro de extinción si esto sigue ocurriendo con más frecuencia.